Re: El Cementerio de los Cerezos

**Seryth Laeanya** Dom Ene 24, 2010 2:37 pm

Ladea la cabeza al escuchar la pregunta de Nadeer, era un oscuro realmente curioso.
- Cosas como venganza -responde simplemente, cómo si fuera lo más normal del mundo. Al menos, para ella lo es, su existencia no tendría sentido si no tuviera la venganza por cumplir. Aunque esa palabra queda extraña en boca de una repudiada con aspecto demasiado infantil como para ser tomada en serio.
Justo en ese momento el ruido de unos pasos acercándose hacen que desvíe la mirada de Nadeer al recién llegado que, por lo que parece, es otro u otra repudiado. <<Vaya, si que está concurrido hoy éste cementerio>> Piensa para sí misma, mientras sigue con la mirada los ágiles movimientos de la recién llegada.
- Buenas Dayree -saluda esbozando una media sonrisa, divertida. Le hace gracia el cómo ha llamado a Nadeer-. Y no lo hago, ¿o acaso ves a algún ángel por aquí? Sólo estoy hablando un poco con éste ángel oscuro -continúa, remarcando la última palabra. Sabe perfectamente la opinión de Dayree sobre los ángeles oscuros, y Seryth no la comparte en absoluto. Para ella, tanto los Repudiados como los Oscuros son casi iguales, y si bien quizá no ayudaron mucho, está segura que ellos tampoco lo hubieran hecho. Cuestión de supervivencia.

**Aiden T. Howl** Dom Ene 24, 2010 3:01 pm

Camino por el lugar con aire distraído, las manos en los bolsillos y la mirada perdida en el cielo. Mis pasos me llevan de manera automática hacia el cementerio, sin saber yo muy bien por qué. Con un leve encogimiento de hombros, me interno en el lugar, observándolo todo con los ojos bien abiertos. No tardan en llegarme voces de algún lugar cercano. Claro, ¿qué mejor lugar para hacer una reunión que en un cementerio? Ninguno.

Al acercarme a las voces, veo que hay varias personas reunidas, al parecer sin ningún motivo concreto, aunque es pronto para saberlo. Entre dichas personas, no tardo en reconocer a uno de los míos, por lo que, finalmente, opto por entrar en escena y saludar.
-Buenas... ¿Hay sitio para uno más? -pregunto con una sonrisa.

**Nadeer** Dom Ene 24, 2010 3:19 pm

No se imagina a Seyreth vengándose de alguien, pero claro, en algunas personas las amociones iban más por dentro que por fuera... Como con él.

En cambio a la otra sí que la ve descargándolo todo, es su segndo ejemplo de repudiada, como si tuviese la manía de dividir todo en clases. La mira un par de segundos ante el comentario que le dedica, para después desviar la mirada hacia Seyreth de nuevo...

Con uno de sus dedos enguantados apuntando a la tal Dayree:

-¿Amiga tuya? -Pregunta con un mal disimulado interés, mal inicio de conversación le había dado. Como si en vez de un dedo tuviese una pistola, la mira fijamente, antes de hacer como que dispara- Y yo me tengo que creeer... Que los vuestros no hubiesen hecho lo mismo... Tsk. -Es la única respuesta que da, dejando bien clara su opinión al respecto.

Saluda a Aiden con un gesto de cabeza igual al de los demás, ofrciéndole en una especie de aspaviento un lugar donde sentarse:

-No te preocupes, no creo que se quejen.

**Dayree** Dom Ene 24, 2010 3:36 pm

-No, no veo asquerosos pollitos celestiales aquí -Responde, sin ocultar su rencor- Pero veo a un... -Se fija en el que se acerca- ...mejor dicho, a dos..., -Corrige, sin molestarse en disimular su desagrado- ...híbridos como los que en su día traicionaron a nuestra raza -Apunta, sin bajar de las ramas a las que está encaramada. ¿Para qué? ¿Para estar más cerca de los traidores? Allá Seryth si elige la compañía equivocada, no va a ser cosa suya... A ella le da igual todo aquello no relacionado con su venganza.

Y, ante lo que dice el mestizo marcado, sencillamente arquea una ceja, traspasándole con su gélida mirada unos segundos para volver a clavar su vista en el cielo, cada vez menos rojo y más negro:

-¿Entiendes a qué me refiero ahora? -Pregunta a su compañera, retórica- Justifican su traición alegando, sin prueba alguna, que nosotros habríamos hecho lo mismo... -El asco es plausible en su voz- ¿En que se basan? En una mera hipotesis imposible de demostrar, cuando lo lógico sería reconocer que sus antepasados obraron mal al traicionarnos... -Niega con la cabeza, aferrándose a una rama más alta y ascendiendo a esta con bastante facilidad.

Ignora por completo al segundo ángel oscuro: si no se dirige él a ella primero, ella no va a malgastar su saliva para hacerlo...

**Seryth Laeanya** Dom Ene 24, 2010 3:48 pm

<<Sí, realmente está muy concurrido el lugar>> Se sorprende, al ver llegar a otra persona. Clava rápidamente la mirada en sus alas, que por suerte son del color de la noche, negras, como las de Nadeer, por lo que no se preocupa demasiado por su llegada.

- Por supuesto que sí, mientras vengas en son de paz -responde a su pregunta, bromeando un poco. Realmente se da cuenta de que está demasiado confiada, no debería ser tan amable y sincera con gente que no sea de su raza, pero le cuesta mucho no hacerlo. Exceptuando los ángeles, no tiene ningún problema con las otras razas, al menos por ahora. Y es que además, ambos oscuros parecen... ¿simpáticos? O al menos no muy peligrosos.

- Se podría decir así... Aunque compañera me gusta más -responde a la pregunta, esbozando una media sonrisa. Pero se borra enseguida, frunciendo los labios al escuchar tanto a Dayree como a Nadeer. Alza la cabeza para mirar directamente hacia la otra Repudiada cuando termina de hablar.

- Pues la verdad es que... Bueno, yo también creo que nuestros antepasados hubieran hecho lo mismo si hubieran tenido la ocasión. En mi opinión, el instinto de supervivencia es más fuerte que cualquier pacto o amistad, al menos la mayoría de las veces. Así que no los considero unos traidores, sino unos posibles futuros aliados -concluye, retirando la mirada de encima de Dayree cuando se pone demasiado arriba, y seguir mirándola le provoca dolor en las cervicales. Sabe que su compañera estará en total desacuerdo, pero cada una tiene su forma de pensar, y ella siempre intenta ser positiva. Porque sino, su futuro sería tan negro que hasta se plantearía buscar la tranquilidad de la muerte, y lo primero es, sin duda alguna, cumplir su venganza.

**Aiden T. Howl** Dom Ene 24, 2010 3:52 pm

La sonrisa se me ensancha al ver que me permiten acoplarme al grupo, por lo que hago caso a las señas del angel oscuro, tomando asiento junto a él. Iba a decir algo, pero una de las otras dos se me adelanta, no muy cordialmente, dedicándome miradas bastante más frías de lo que se podría esperar ante un completo desconocido.

-Vaya, yo también me alegro de conoceros. Mi nombre es Aiden.
Sonrío ampliamente a la chica del arbol, inocentemente, como si nunca hubiera roto un plato. Acto seguido observo a los demás, con bastante curiosidad.
-Parece que he llegado en medio de una buena discusión, ¿eh? ¿Puedo preguntar a qué viene esto? -y, mirando directamente a la chica del arbol, le pregunto-. ¿Te hemos hecho algo a tí, en concreto?

La voz de la otra Repudiada llega a mis oídos, atrayendo mi atención. Asiento convencido ante sus palabras, con una sonrisa de complicidad.
-Lo cierto es que yo pienso como tu compañera... Los únicos que se merecen esa frialdad deberían ser los angeles. Son ellos los que nos han traicionado a todos.

**Nadeer** Dom Ene 24, 2010 4:24 pm

Le aguanta la mirada a Dayree sin dificultad alguna, casi como disfrutándola, le parece un reto bastante interesante, al menos en comparación con el carácter más ameno de Seyreth.

Observa a Aiden sentarse, preguntando algo que él mismo se ha planteado pero no ha dicho. Las palabras de Seyreth son algo más que acertadas, pese a que las decisiones no las tomaban ni él ni ella, pero es a Dayree a la que responde primero, de forma tajante:

-Lo que nuestros antepasados les hicieron a los vuestros no me importa demasiado, así que si lo que estás buscando son unas disculpas que lleguen tarde y mal, búscate a otro... Si es que lo encuentras, claro. -En un simple movimiento se rasca la nuca, atusándose el pelo después y recostándose un poco más contra la lápida... En ningún momento deja de mirarla, estudiando reacciones- Y me baso en la teoría de que todo ser puede ser traicionero cuando las cosas se tuercen... Aunque pareces olvidar que no todos elegimos un destino. A vosotros os rechazan abiertamente, nosotros les damos lástima... Dime, ¿qué es peor? -Pregunta retórica, porque en su opinion, es mucho peor lo segundo.

Después se gira hacia Aiden, con una mueca que intenta parecerse a un enfado, pese a que su tono de voz sea frío y ciertamente distante:

-Vaya, mi compañero tiene amnesia... ¿Verdad, Aiden? -De nuevo pregunta retórica, él sí lo ha reconocido, pero al revés no parece suceder lo mismo.

**Dayree** Dom Ene 24, 2010 4:46 pm

-¿Aliados, Seryth? -Pregunta, incrédula- ¡Aliados es lo que eran en su día, y mira para que sirvió! ¡Para que nos dejasen a merced de esos malditos humanos con poderes que no están preparados para tener! ¡Esa raza ambiciosa, mortal, y egoista nos intentó incluso esclavizar! -Exclama, llena de odio- ¿Y qué hicieron los suyos? Huír con los polluelos del cielo o con los murcielagos del averno, eso hicieron... Y ahora mírales, volviendo a su neutralidad en busca de lo mismo... Tsk.

Enarca aún más la ceja ante la respuesta del otro. Vale, que no la ha entendido en abosluto. Normal, debe ser que la combinación de dos razas tan dispares les afdecta al riego cerebral, sin lugar a dudas...

-No se trata del qué habrían hecho, sino del qué hicieron -Responde, en sus trece- Y aún así, no busco disculpas, busco sencillamente que se reconozcan las cosas más evidentes -Espeta, clavando después sus ojos en el recién llegado- Dejad que me haga una idea... ¿Tú eres el chico misterioso y solitario... -dice al marcado- ...y este... -señala a quien mira, al nuevo- ... tu colega el graciosete megasocial, no? -Inquiere, burlona- No me habéis hecho nada... -Parece que vaya a darles la razón, pero no- ...AÚN -Concreta, traspasando apenas un segundo al tal Aiden con sus ojos, tan fríos como dos dagas de hielo- ¿Quién me dice que no lo haréis en caso de tener la oportunidad?

La última frase del primer ángel oscuro, el de la cicatriz, termina por encenderla, como una cerilla que cae sobre la mecha de una dinamita. Y, súbitamente, de forma inesperada, salta del árbol a la lápida, cayendo sobre el mestizo. Una de sus botas de suela metálica se apoya levemente en el torso de este, la otra sobre la fría piedra. Le coge del cuello, por la ropa, sin hacer demasiada fuerza, solo obligándole a observarla:

-Mírame -Casi ordena, cuando estira lo que debería de ser su única ala, pero no es más que un trozo de la misma- Mírame y dime por qué, moribunda, me dejaron así en vez de matarme... ¿Por rechazo, o por la lástima que sólo crees que muestran a los tuyos? -Le suelta, saltando hacia la lápida de al lado, sobre la que permanece de pie, aún mirándole- Y ahora dime, mientras despliegas tus dos alas intactas, que lo tuyo es peor... -Se sube al borde de la lápida contigua, sentándose sobre este, volviendo a clavar sus ojos en el ya visible firmamento.

**Seryth Laeanya** Dom Ene 24, 2010 5:17 pm

Se ríe entre dientes al ver lo diferentes de carácter que son ambos oscuros. Casi igual que ella y Dayree. Era de esperar que en todas las razas haya todo tipo de personas, con caracteres tan distintos y aún así, tener que convivir juntos para poder conseguir el objetivo común.

- Seryth -se presenta a Aiden, que ha tenido la amabilidad de decir su nombre de a primeras. Se dedica a balancear las piernas mientras escucha las palabras de Nadeer, esperando divertida la respuesta de Dayree, que de seguro no se quedará callada, aunque a ella le tocará algo de su estallido. Vuelve a alzar la cabeza y se inclina hacia atrás, para mirar a la repudiada cuando se dirige hacia ella.

- Sí, realmente es horrible lo que hicieron a nuestros antepasados, pero piensa que, si ahora nos aliáramos con ellos, quizá se la podríamos devolver... -dice con naturalidad, como si en ése momento no hubiera oscuros ante ellas-. Aunque sigo pensado que deberíamos centrarnos en eliminar a todos y cada uno de los ángeles, para conseguir su cristal y consumar nuestra venganza. Y para eso, cuantos más aliados tengamos, mejor, ¿no? -termina, con un tono de voz tranquilo. Ella está enterada de todo lo que pasó, y ya tiene su manera de pensar, por lo que nada de lo que los demás puedan decirle puede afectarle de manera alguna.

Después de hablar espera las respuestas de ambos oscuros, a las provocaciones de Dayree. No parece que vaya a impedir que su compañera haga algo contra ellos, pues no tiene por qué hacerlo. Todos son mayorcitos para saber lo que se hacen, y si les conviene buscarse enemigos en posibles aliados. Por lo que se dedica únicamente a observar, con una media sonrisa y balanceando las piernas de un modo demasiado infatil e inocente.

**Aiden T. Howl** Dom Ene 24, 2010 5:27 pm

Entrecierro los ojos mirando a mi compañero, escrutándolo bien. Alzo las cejas, con algo de sorpresa; ya decía yo que me sonaba.
-Vaya, Nadeer, no te había reconocido. Diculpa.
Le sonrío de manera pacífica, buscando que no se enoje conmigo. Aún así, le resto importancia al asunto cuando la tipa de la copa del arbol vuelve ha hablar como si le hubieramos hecho algún tipo de mal.

-Dime, ¿qué podríamos sacar haciéndote algo a ti? Yo no sé lo que pensarán todos los demás de mi raza, ni la de la vuestra, ni nadie. Yo sólo sé que únicamente estoy en contra de los ángeles. Tu existencia me es más bien indiferente.
Al ver cómo salta desde el arbol, abalanzándose hacia Nadeer cual fiera hambrienta, doy un pequeño salto para apartarme, por aquello de no recibir por mi parte. Observo la escena por si hubiera que entrar en acción, pero no parece que quiera hacerle algún mal, por lo que simplemente me quedo mirando, por si acaso.

Escucho la voz de la otra, que sí se presenta; al fin alguien con algo de respeto. Mi mirada se dirije hacia ella durante unos momentos, dedicándole una sonrisa, para más tarde volver a mirar la escena entre los otros dos.
-La verdad es que estoy de acuerdo contigo, Seryth... ¿Para qué ponernos a pelear entre nosotros cuando el verdadero mal está ahí fuera, riéndose de ambos lados?

**Nadeer** Dom Ene 24, 2010 6:10 pm

Rueda los ojos y frunce el ceño al ir escuchando a Dayree, busque lo que busque con él no es con el que tiene que hablar, tiene las cosas muy claras y no va a hacer intentos de cambiarlas.

Le es indiferente que los tome como cobardes, no tiene que demostrar nada y, al fin y al cabo, no fue él uno de esos que les traicionaron

-Busques lo que busques, a mí no me mires... Y mira ahora quién habla de hipotetizar. -Murmura con cierto sarcasmo al intentar encasillarlos a Aiden y a él. No se espera el movimiento por parte de ella, de hecho no se cree que un simple comentario le haya afectado tanto..

Pero no se mueve cuando la tiene encima, levantándole la cabeza y poniéndole el pie en el pecho. En otro tipo de situación, con otra persona distinta, ya estaría el combate presentado, pero este no es el caso... Y es que tiene mucho que ganar con esos repudiados. Observa de refilón su ala cortada, volviendo a fijar sus irises azules en los dos carámbanos de hielo que suponen los de ella. No le hace falta ser demasiado inteligente para lograr ver una parte del profundo rencor que la repudiada guarda, uno que comparten... Pero que él no manifiesta, no de esa forma, porque eso implica mostrarse débil, y no está dispuesto a ello:

-¿Quieres que te sea sincero o que te diga lo que quieres escuchar? -Murmura una vez se la ha quitado de encima, levantándose y quitándose la mierda de la cazadora- No hace falta que preguntes, no tengo intención de mentirte. Si les huvbieses dado lástima te hubiesen matado, porque dejarte vivir así era un acto cruel y maquivélico. Puede que fuesen las dos cosas, lástima y rechazo, así que... -Se encoge de hombros, enterrando las manos en los bolsillos de sus vaqueros, poniéndose algo serio en lo que va de noche, y dirigiéndose a todos esta vez- Lo que sí sé es que lo pagas con los que menos culpa tienen, no fuimos nosotros los que os dejamos sin sitio, ni fui yo el que te hizo eso... Si tú no quieres ver lo provechoso que sería aliarnos, es cosa tuya, pero deberías prestar atención a lo que dice tu compañera... Intenta librar una guerra tú sola, y terminarás como estos. -Hace alusión a todas las lápidas del cementerio, sin haberla dejado de mirar en ningún momento.

**Dayree** Dom Ene 24, 2010 6:38 pm

-Sí, podríamos devolvérsela, sobretodo diciéndolo delante de ellos -Rueda los ojos, irónica- Comparto objetivo, pero no tengo porque compartir bando. Si ellos quieren ayudar destruyéndolos por su cuenta, bien, que me ahorren trabajo a mí, pero no significa que vaya a mostrar unidad con nadie -Responde, tan cabezota como siempre...- Yo no estoy peleandome con nadie, híbrido, solo estoy resaltando el evidente hecho de que en el pasado fuistéis unos traidores y, por tanto, nadie me dice que hoy día no podáis volver a serlo -Espeta, igual de antipática y cortante.

Niega para si misma. A veces Seryth parecía más un polluelo celestial que uno de los suyos, viéndola tan inocente, tan dulce, tan... pura. Casi siempre tenía a bien decirle que si seguía siendo tan amable podrían tomarla por ingenua y hacerla daño, pero la agradable muchachita no parecía hacerle mucho caso. Y, en el fondo de su ser, la envidiaba... Seryth era una de esas criaturitas a la que cualquier ser en el mundo, por insensible que fuese, sería capaz de amar, de querer, de sentir la necesidad de protegerla. Incluso ella misma, por fría que fuese y por muchas muestras que diese de no sentir afecto por nadie, sentía aprecio por la joven repudiada. Y sin embargo ella era su nemesis, su opuesto, todo lo contrario... Sacude la cabeza, volviendo a la realidad con las palabras del marcado, encogiéndose de hombros con indiferencia:

-Tsk... ¿Acaso crees que me importa terminar así? -Inquiere, chascando la lengua- Bah, es igual. Tú no vas a reconocer que los tuyos hicieron mal, y hasta que no lo hagas, yo no voy a reconocer que, dado que vosotros no tenéis culpa, una nueva alianza sería útil -Se deja caer de nuevo sobre la lápida, apoyándose en el borde a modo de respaldo y ladeando el rostro- Ergo esta discusión carece de sentido alguno, fin.

Le da igual no haberse presentado, le da igual que Seryth quiera entablar uniones, a ella solo le importa el rencor que siente hacia todas las razas, unos por rechazarles, otros por traicionarles, unos terceros por esclavizarles y los últimos por no tenerles si quiera en cuenta, como si no existieran... Para ella todos merecían una mínima parte de su rencor, el 75% los ángeles, y del otro 25%, 10 y 10 iban para oscuros y arcanos, dejando un 5% para los demonios.

**Seryth Laeanya** Dom Ene 24, 2010 11:16 pm

- ¿De verdad crees que, si los Repudiados nos unimos, podrán pararnos incluso sabiendo que vamos a por ellos? Déjame que lo dude -responde ante su ironía, bastante segura de sí misma. Suelta un leve suspiro al ver lo cabezota que puede llegar a ser, aunque ya sabía de antemano que es casi imposible hacerla cambiar de opinión. Dayree es una mujer con las cosas muy claras, y con unas ganas de luchar por lo que quiere incansables. Es por eso que Seryth la admira abiertamente, a ella y a todos los que son capaces de enfrentarse contra sus enemigos y ganar. Cosa casi imposible para ella, al menos por ahora, a causa de su juventud e inexperiencia, aunque con los años estaba segura de que se convertiría en una chica fuerte y capaz de matar a todo aquél que tenga dos alas blancas.

- Pero si estuviéramos en el mismo bando, podríamos organizarnos y ser más peligrosos. Eso reduciría las posibilidades de los asquerosos angelitos de ganarnos, y cuando destruyamos a sus líderes, irán cayendo poco a poco, pero sin cesar -sus ojos brillan con ansias, deseando que ese día llega pronto, y pueda ver por sí misma cómo se consumen y desaparecen al fin.

Devuelve la sonrisa a Aiden, que parece ser un oscuro muy tranquilo y simpático, algo raro según tenía entendido.
- Me alegra que alguien piensa cómo yo -esboza una sonrisa, bastante contenta de haber conocido a aquél par de ángeles oscuros.

Sus ojos se posan momentáneamente en las alas de los chicos, y un suspiro imperceptible escapa de sus labios. Ojalá ella tuviera dos alas, así seguro que, por lo menos, tendría un lugar al que regresar cuando la guerra termine.

**Aiden T. Howl** Dom Ene 24, 2010 11:31 pm

La disputa sigue y sigue, por lo que termino haciendome a un lado, acercándome a la chica pacífica que hay en el arbol. Con aire distraído, me apoyo sobre el arbol, cruzándome de brazos sin apartar la vista de la disputa, más verbal que física, por suerte. Finalmente, la chica sin nombre se aparta de Nadeer, mientras este se quita de encima el barro, lo que me hace suspirar aliviado; no me gustaría entrar en combate a las primeras de cambio, y menos con gente que no sea un angel. Después de tanto rato charlando, por fin, escucho una frase de los labios de la chica agresiva con la que estoy de acuerdo.

-¿Ves? En eso te doy la razón. No creo que ninguno de los dos puntos de vista vaya a dar a torcer su brazo... Aunque actualmente, aquí parece que vamos tres contra uno.
Automáticamente mi vista se fija en Seryth, la otra repudiada, que más o menos comparte nuestro punto de vista. Le sonrío, contento de ver que a pesar de ese cruce extraño en su genética, tiene las neuronas donde las debe de tener y piensa con la cabeza, no con la ira.

-Si pienso como tú es por que considero que tienes toda la razón. Una vez ya entré en combate contra los ángeles y fui el único que sobrevivió de mi grupo... Aunque me cueste decirlo, considero que una unión entre ambas especies contra un objetivo común sería muy beneficioso para ambos bandos.

**Alma Gray** Dom Ene 24, 2010 11:44 pm

Mi tranquila paseo me lleva hasta las puertas del cementerio. Me lo quedo mirando un rato, cavilando si entrar o no. Finalmente, con un encojimiento de hombros para mi misma, empiezo a caminar hacia el interior del recinto. Apenas si he camindo cincuenta metros cuando oigo varias voces. Vaya, no esperaba encontrar gente en este sitio, y menos, tanta, por la de voces que puedo oir.
Sin nada mas que hacer y con curiosidad, me acerco al lugar de la "reunion".

Al llegar veo a varias personas, y puedo reconocer a un par de hombres de mi propia raza. Me quedo apartada unos momentos, evaluando la situacion. Como parece pacifica, me acerco.
- ¿Una reunion secreta para montar un complot? - digo como saludo, sonriendo en especial a los dos de mi misma condicion. Por eso de las preferencias y tal.

**Nadeer** Lun Ene 25, 2010 1:40 am

Y, para sorpresa de todos seguramente, "da su brazo a torcer", tras haber escuchado a unos y a otros. Le resulta algo ofensivo que los llamé híbridos cuando ella es exactamente lo mismo, pero por fuera sigue tan relajado como siempre.

Vuelve a mirar al cielo, al parecer Dayree no es la única a la que le gusta contemplar las estrellas... O quizá sí, porque lo que él ve, se imagina, es el Cielo, el mundo de los ángeles, de una forma muy distinta a como lo vio en su momento: Derruido hasta ls cimientos, con cadáveres por doquier y los arcángeles colgados de palos, dejando que se mueran de hambre....

Ah, desea tanto que llegue ese momento que incluso un escalofrío le recorre la espalda y se ve obligado a cerrar los ojos, para abrirlos después y mirar a su principal rival en esta conversación:

-¿Y quién te ha dicho que yo no he reconocido nada...? Yo he dicho que si buscas unas disculpas no esperes que te las de, y que los vuestros podrían haber hecho lo mismo... Los nuestros os traicionaron en su tiempo, nunca te lo he negado, lo único que te he dicho es que lo que nuestros antepasados hicieron me da absolutamente igual. -Escueto y tajante, en cierto modo le ha dado la razón. Observa llegar a Alma, otra conocida, ladeando sus labios en una especie de sonrisa- La palabra complot suena muy mal, Alma... Llámalo mejor "comuna en bien de una causa mayor"

Y sí, Nadeer, el marcado, ha hecho un chiste.

**Dayree** Lun Ene 25, 2010 3:52 am

Ante la pregunta de Seryth emite un chasquido, enarcando una ceja. Sí, sin duda alguna es demasiado buena, demasiado ingenua y optimista... Quizá sea porque conserva mucha más moralidad, herencia angelical, de lo que reconocerá nunca. Algo que en cambio ella no cree poseer, y de haberlo tenido alguna vez lo perdió junto con gran parte de su única ala.

-Hay más ángeles que se dejan corromper por demonios a los que se corrompen mutuamente -Responde, poniendo los ojos en bñanco- Es decir, ellos son más numerosos -Señala a ambos ángeles oscuros- Pero cierto es que muchos de los suyos prefieren aceptar una vida en el cielo pese a que les hagan reprimirse constantemente o una vida en el infierno que les haga ocultar su moralidad porque se burlan de la misma -Añade, pensativa- Luego sí, Seryth, quizá estemos en una mínima igualdad númerica pero... No creo que si quieres traicionar a una raza debas informarles de ello antes de forjar la alianza -Quizá sea una broma, pero su tono de voz inexpresivo no lo deja claro.

-¿Y te crees que a mí me importa cuantos vayan contra mí? -Espeta al tal Aiden, mirando después a la recién llegada- Aquí nadie se ha reunido con nadie, es una desagradable coincidencia -Es su forma de saludar, porque no le dice nada más, simplemente mira al marcado- Vaya, parece que tu compañero se ha equivocado en lo de que nadie daría el brazo a torcer... Te ha costado, ¿eh? -Dice, burlona- Simplemente buscaba que un solo ángel oscuro fuese capaz de reconocer que su raza obró mal en el pasado... Algo que, sin embargo, jamás veremos hacer a un asqueroso polluelo celestial...

Y, finalmente, su odio hacia los ángeles puede con el que siente por otras razas porque sí, a su manera, con esa última frase ella también ha dado su brazo a torcer. Claro que no es sino un pequeño paso, apenas milimétrico, del camino a una posible alianza. Aunque al menos es un paso, ¿no?

**Seryth Laeanya** Lun Ene 25, 2010 4:17 pm

Ladea la cabeza, empezando a jugar con una de sus trenzas distraídamente, aún prestando atención a la conversación. Dirige su clara mirada hacia Dayree, que, como siempre, no parece estar demasiado contenta con ella. Será por sus caracteres, tan diferentes, que casi siempre están en desacuerdo. Al menos eso le sirve para que alguien mantenga sus pies en la tierra, ya que ella suele ser demasiado soñadora y eso le ha traído más de un problema entre los suyos.

- Siempre tienes que pensar en negativo, ¿eh? ¡No hay manera de hacerte ver las cosas de otro modo! Aunque bueno, no es culpa tuya, supongo... -suelta la trenza para sujetarse otra vez a la raíz-. Vale, vale, soy demasiado bocazas, lo siento. Sabes que en estos temas no tengo demasiada idea, al menos no la mayoría de las veces. Sólo espero que algún día podamos llegar a destruir el mundo celestial, ya seamos nosotros solos, los repudiados, o junto a otras razas que nos ayuden -concluye, con un encogimiento de hombros.

Se lleva una mano a la tripa cuando ésta le gruñe, pidiendo algo para comer. Se levanta de un salto, con rapidez, mirando a todos los presentes.
- Es hora de que me vaya, espero que nos veamos otro día. ¡Ciao! -se despide con un gesto de mano y se aleja del extraño grupo, saliendo del cementerio.

**Master** Lun Ene 25, 2010 6:13 pm

A veces Zion se le antojaba una ciudad demasiado llena, demasiado humana y, sobre todo demasiado llena de oscuridad y maldad. Se preguntaba cómo podían vivir allí ángeles, caminar por sus calles, respirar el mismo aire que respiraba aquella ciudad. Parecía un lugar más propio de demonios y de aquellas aberraciones, los repudiados y ángeles oscuros. Cómo podían siquiera existir era algo que no se explicaba.

Por eso descender a la ciudad, aunque solo fuera para llevar a cabo una misión encomendada por un superior, lo que significaba que no podía rechazarla, era algo que prefería evitar lo más posible, pero no siempre tenía suerte y días como aquel le tocaba ir a recoger algo u otra cosa similar. Iba acompañado de otros dos ángeles y ya se disponían a regresar cuando oyeron algo cerca de la salida del cementerio.

-Como te iba diciendo entonces... -murmuraba uno de sus aliados a otro, que asentía, interesado en su relato.

-Shhhhh -le chistó él, alzando un brazo para que se detuvieran. Los otros le miraron con curiosidad y él se adelantó un poco a tiempo de ver a una joven de cabellos rubios diriguirse a la salida del cementerio. Habían estado a punto de chocar pero estaba casi seguro de que ella no les había visto al haberse detenido.

El ángel frunció levemente el ceño. El aura de la joven era claramente visible para una criatura como él y no tenía dificultad en ver la energía que formaba el único ala de la que no podía ser otra cosa que una repudiada. Notó por el gesto de uno de sus compañeros al desenfundar la espada que ellos también la habían reconocido.

Ahhhh... aquellas criaturas. No podían ir al cielo, faltaría más, pero podían campar a sus anchas por Zion cuando ni siquiera deberían existir. Eran aberraciones con alas, con un ala solo más bien, fruto de la lujuria y del deshonor, de la corrupción entre los suyos, una mancha en su estirpe. Pensar siquiera que existian perturbaba su paz interior y despertaba un odio que no podía sentir hacia ninguna otra criatura, salvo quizá los demonios y ángeles oscuros. Todos eran de la misma calaña.

Nada más la muchacha se separó del grupo, porque parecían ser varios, se adelantó. Había desenfundado la espada y la agarró del pelo, tirando de ella hacia atrás, para arrojarla al suelo. Antes de que pudiera gritar y alertar a los otros, sus compañeros se adelantaron. No habían necesitado ninguna orden o coordinación, en aquel sentido todos compartían la misma idea contra criaturas como las que había en el cementerio ahora. Después de una misión tediosa de busqueda inútil, les vendría bien un poco de ejercicio, pensó.

Se adelantó el primero mientras Safael atrapaba a la chica que quería salir del cementerio. Aquellos idiotas estaban de espaldas, por lo que para cuando pudieron girarse, ya había convocado un Rayo Celestial que diriguió contra uno de los ángeles oscuros. Con un poco de suerte le daría y nunca más se levantaría. Aunque en cierto sentido sería una pena: la diversión sería menor.
Tras de él el resto atacó, ya fuera con magia o con las armas.

**Aiden T. Howl** Lun Ene 25, 2010 6:54 pm

Sumamente cansado de la interminable conversación sobre el mismo tema una y otra vez, dejo ir un pequeño suspiro algo cansado, cuando de entre los arboles veo aparecer una figura bastante conocida. Una pequeña sonrisa divertida se dibuja en mi rostro al ver que ni si quiera se ha fijado en mí.
-Hola, ¿eh? Ya ni saludas, Alma.

Le hice una pequeña seña con la mano a modo de saludo. Al mismo tiempo, la repudiada simpática decidía abandonar nuestro pequeño circulo amistoso, así que la despedí con un golpe de cabeza mientras me quedaba mirando a los demás. ¿Iba a continuar la disputa ahora que la chica fría se quedaba en desventaja?

Por desgracia, no tengo tiempo de averiguarlo. Pocos segundos después de la marcha de Seryth, algo me cae encima. Una flecha, que por suerte soy capaz de esquivar casi por completo. Pero no del todo. Noto como atraviesa la piel de mi hombro, obligándome a gritar de dolor. El impacto me hace perder el equilibrio, quedando tendido en el suelo mientras la sangre brota de mi piel. Confuso, alzo la mirada buscando al culpable de aquello.
-¡Angeles! -Mascullo con odio al verlos.

**Nadeer** Lun Ene 25, 2010 7:36 pm

No se molesta en despedir a Seyreth, simplemente la sigue con la mirada hasta que le resulta un esfuerzo demasiado grande. Escucha a Dayree, que al parecer tampoco es tan dura como se pintaba ella sola, ya que da su brazo a torcer al mismo tiempo:

-Nunca dije que no os traicionasemos... Pero no puedes tachar a los de ahora de lo mismo que nuestros antepasados... Y hablando de ángeles...- Siente las presencias, pero es demasiado tarde. Seyreth chilla y un rayo sale disparado en dirección a Aiden, que le impacta en el hombro.

Se levanta de un único salto, con una rapidez que contrasta con la lentitud con la que hablaba antes, desenvainando la katana de su espalda y mirando al grupito de alados, para luego mirar a los que están a su lado:

-Ahi los tienes, con esos son los que te tienes que descargar... -Sus ojos azules comienzan a brillar, la adrenalina comienza a fluir, poniendo en marcha todo su cuerpo..

De repente, realiza su movimiento. Un simple aspaviento en el que su energía se canaliza, y una media luna sale disparada en dirección a uno de los ángeles, buscando distraerlos y que así alguien pueda encargarse de salvar a la repudiada

**Seryth Laeanya** Lun Ene 25, 2010 7:56 pm

Se aleja del grupo esquivando las tumbas, ya que no le apetece nada ir por el camino, es más interesante de ese modo. No deja de pensar en la conversación que acaba de abandonar, intentando encontrar alguna manera de convencer a Dayree, si no hoy, en un futuro, de formar una alianza con los ángeles oscuros neutrales y así atacar a esa basura celestial, que no hacían más que destrozar vidas, aún siendo la representación de la bondad y esas cosas.

Vuelve a llevarse la mano a la tripa cuando esta vuelve a gruñirle pidiendo algo para llenarse. Sacude la cabeza en gesto de negación, realmente no tiene remedio. Se había olvidado que desde ayer no había probado bocado, pues se había distraído con una cosa u otra. Es por eso que decide acelerar un poco el paso, tiene muchas ganas de llegar a su casita y sentarse al lado del fuego, y relajarse antes de seguir practicando magia.

Se ha alejado lo suficiente como para que las voces de los demás le lleguen más apagadas, y que no consiga distinguir la mitad de las palabras. Un escalofrío recorrió su espalda, y antes de poder girarse a comprobar que, como la mayoría de veces que la pasaba, no había nadie siguiéndola, una mano la agarró con fuerza por el pelo, tirándola al suelo. Un gemido de dolor se escapó de entre sus labios cuando su espalda golpeó la hierba, e instantáneamente dirigió su mirada hacia el agresor.

- ¡¡Malditos bastardos!! -grita, con un odio y una rabia patentes en su voz, al descubrir que el que la tiene presa no es más que un ángel. Se retuerce para comprobar si el atacante tiene mucha fuerza, y acto seguido le clava las uñas en el brazo, imprimiéndole tanta fuerza como la que es capaz de ejercer.

Lleva la pistola escondida en la parte exterior del muslo, bien sujeta con la funda, y que sólo está oculta por la tela del vestido. Es rápida, por lo que no le resultará difícil cogerla y volarle la cabeza al ángel que la tiene presa, pero está demasiado ofuscada clavándole las uñas. Cómo siempre, la inexperiencia y el dejarse llevar por su lado más irracional, le juegan una mala pasada.

Sus ojos captan un rayo de luz no muy lejos de allí, justo en la dirección donde ha dejado a sus 'compañeros' charlando.
- ¡No! -chilla, al no ver exactamente a quién le han dado. Empieza a patalear, arañar e incluso morder para poder soltarse. En ése momento no puede concentrarse bien cómo para lanzar un ataque mágico, y no puede coger el arma. Es entonces cuando se da cuenta de lo poco preparada que está para la lucha que tanto espera, y que aún le queda mucho para aprender.

**Dayree** Lun Ene 25, 2010 8:53 pm

Ignora el comentario de Seryth porque, realmente, ella no cree ser negativa: cree ser realista. Tampoco la despide, simplemente la observa marchar unos segundos antes de volver a centrar su atención en las estrellas. Aunque escucha a Nadeer, no le mira, porque sí, ya sabe todo eso de que él no tiene la culpa de lo que hicieran los suyos en el pasado y bla bla bla.

Sin embargo, cuando siente que no están solos, no le queda más remedio que atender a los gritos de la repudiada que acaba de irse. Ángeles, malditos y asquerosos ángeles. Tienen a su compañera y, para colmo, han herido al mestizo que iba de graciosete. Al ver que Nadeer se dispone a atacar, ella decide ayudar a Seryth.

Para ello, vuelve a subir a una de las ramas altas del árbol contiguo a la lapida en la que se encontraba. Oculta por las hojas, no es un blanco fácil, pero tiene una buena panorámica. A Seryth la tenían bien agarrada, por lo que intentar atacar al asqueroso polluelo celestial de frente sería peligroso para ella...

...Hacerlo desde lo alto, sin embargo, le permite una puntería que no hiera a la joven.

Por ello, canaliza rápidamente en la palma de su mano la energía y, entonces, mientras los demás atacan a los que han quedado abajo, un rayo en forma de cilindro rojo estalla contra la nuca del ángel que tiene capturado a Seryth...

**Alma Gray** Lun Ene 25, 2010 9:15 pm

Salud a Nadeer con una sonrisa y un golpe de cabeza, igual que a Aiden, al que le guiño un ojo en plan jugueton, como siempre. La chica del arbol me saludo de un modo extraño, pero no le doy mas importacia y lo dejo pasar, mientras veo como la otra repudiada se larga, sin si quiera fijarse en mi.

Estoy a punto de meterme en la conversacion, o intentarlo, cuando oigo un grito procedente de la entrada del cementerio, al parecer, de la chica que acaba de irse. Inmediatamente pongo mis sentido alerta, notando entonces la presencia de los angeles que antes no habia notado. Giro en redondo, encarandolos a tiempo de ver como un rayo da de lleno en el hombro de Aiden, tirandolo al suelo. Preocupada, me giro, pero al ver que esta minimamente bien, vuelvo a prestar toda mi atencion a los angeles, sacando a la vez mi katana con la mano derecha y con la izquierda la pistalo que llevaba bien sujeta al cinturon.

Sin otro sondo que un gruñido teñido de odio procedente de mi garganta, apunto a uno de los angeles, sin querer apuntar al que sostiene a la rubia, puesto que no quiero darle a ella. Con la katana en alto apunto medio segundo antes de disparar en direccion al vientre de uno de los celestiales pollitos.

**Master** Lun Ene 25, 2010 9:39 pm

Zafel vió como la lanza de luz que había convocado atravesaba el hombro de uno de los ángeles oscuros pero, por desgracia, este había logrado apartarse lo suficiente como para que no fuera una herida mortal. Ya era mala suerte... pero era eso, suerte, la próxima vez el ángel oscuro no tendría tanta y podría despedirse de un brazo o de su existencia incluso.

No prestó más atención al oscuro, dado que vió de reojo cómo otro de los oscuros trataba de atacarlo. Con una sonrisa de suficiencia convocó su magia de nuevo. Pobre iluso... creería que tenia alguna oportunidad y todo. Una campana de magia blanca lo rodeó, repeliendo el ataque que únicamente agitó su cabello rubio. Deshaciendo la protección de nuevo convocó otro rayo de luz contra este enemigo.

Safael garró a la chica, tirando de ella para que echase la cabeza lo más atrás posible, sabiendo que aquel gesto debía hacerle daño pero, siendo lo que era, no le importa demasiado.

-Shhhh. No grites, no servirá de nada, escoria -escupió el ángel con desprecio. Aquella actitud le habría ganado la mirada reprovatoria de varios de sus superiores, pero no estaban allí. Allí solo estaba él y su cuadrilla y nadie más, solo aquellos bastardos a su merced. Se divertirían con ellos y después los erradicarían, eliminando un poco más de aquella plaga que asolaba Zion, corrompiendola y corrompiendo a su raza.

Pero mientras pensaba aquello un rayo rojizo golpeó su nuca, haciendole tropezar. La repudiada cayó al suelo y el ángel estuvo a punto de caer sobre ella, llevándose una mano a la nuca dolorida y volviéndose. ¿Quién había sido? Vió las hojas de uno de los árboles del cementerio balancearse al aire.

-Ajá -exclamó en voz baja, aproximándose al árbol y convocando su propia magia para devolverle al ataque-. ¿Es que no tienes valor para luchar como hay que hacerlo? No sé de qué me extraña... siendo lo que sois no se puede esperar algo así de vosotros, malditos bastardos -escupió el ángel.

Mientras sus compañeros se ocupaban de la mayoría de repudiados y ángeles oscuros una de estos últimos le disparó. Con un agil salto lo esquivó.

-Que tedioso... -masculló.

Había que ver... ahora por culpa de Safael le tocaba trabajar más de lo que debería... y eso que ni siquiera despreciaba a aquellas criaturas, o no tanto como Safael, claro que odiarlas tanto como él era dificil. Con un suspiro resentido sacó la espada y se lanzó contra el ángel oscuro, buscando atacarla, tras fintar a la derecha, por la izquierda.

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