El Cementerio de los Cerezos

**Master** Lun Ene 18, 2010 2:13 pm

Si aguien espera encontrarse con la imagen de un camposanto cristiano, lleno de lápidas grisaceas con cruces por doquier y cipreses rodeándolo todo, va muy pero que muy desencaminado de la realidad.

Y es que el Cementerio de Zion, conocido como el de los Cerezos pues son estos los árboles que velan por las tumbas de los difuntos, no tiene nada que ver con esa imagen, sino más bien con la de los cementerios del Oriente, como si de la estampa de un cuadro Japonés se tratase.

Y si quedan dudas, no hay más que ver el colorido que rodea todo entre las lapidas estrechas y largas en las que descansan los que ya han abandonado esta vida...

**Ray Raven** Mar Ene 19, 2010 12:50 am

Necesitaba un poco de tranquilidad,un lugar que le recordase su hogar.Pero aunque ambos mundos eran parecidos,no era lo mismo.Daba igual,realmente buscaba un poco de descanso de tanto corrupción de almas,y un cementerio era el lugar indicado para ello,o al menos así,no tendría que aguantar la pureza de alguno de esos estúpidos ángeles purificadores y perfectos.Le daban asco.

Camina entre las hileras de lápidas,hasta sentarse en una,reposando la cabeza en la fría piedra.Era una noche bastante calurosa,y el cielo estaba bastante despejado,por lo que las estrellas se veían a la perfección.Dejó el maletín de la espada a mano,y se permitió cerrar los ojos.Al fin y al cabo,las auras eran fáciles de detectar.

**Neave S. Morrison** Mar Ene 19, 2010 1:17 am

Su lugar favorito entre todos aquellos en la ciudad. No tenía vistas exactamente perfectas y dignas de admiración, pero la tranquilidad y la pureza del ambiente era sorprendente, sería porque todo estaba muerto y allí no existía aquella contaminación de almas que a veces la volvían loca, pero bueno, en ocasiones era divertido.

Fue entonces cuando en sus labios llenos se formó una sonrisa maliciosa al encontrarse de nuevo vagando en sus recuerdos. Solo tres siglos, y tantas cosas vividas... su alma se retorció del pleno gusto y siguió avanzando en la noche, desplazandose entre las lapidas que formaban aquel cementerio. Nada del exterior se colaba en su mente, dado que estaba completamente distraida, y centrada en la música que llevaba en los cascos, intentando evadirse de aquel mundo natural. Sus ojos grises, seguían fijos en el suelo hasta que algo peludo, pequeño y rápido se coló por delante de ella.

**Ray Raven** Mar Ene 19, 2010 1:30 am

Las ratas correteaban a su alrededor,intentando alejarse del aura demoníaca que desprendía.Sonríe,mientras saca su srad de uno de los bolsillos de su chaqueta,y presiona el botón que libera las tres hojas afiladas.Se incorpora un poco sobre la lápida,agazapándose como un gato,y lanza la extraña daga a uno de esos roedores,atravesándolo.

Es entonces que se da cuenta de la otra presencia ,ya que no muy lejos del cadáver de la rata puede distinguir una figura.Se pone en pie de un salto,bajándose de la tumba,y camina hacia el roedor para recuperar su srad,con su maletín colgado al hombro y sin apartar la mirada de aquella criatura.Al menos no era un angel puro,eso estaba claro en su aura,pero...nunca se estaba segura de en quién se podía confiar,y viniendo de donde venía ella,eso era algo que aprendías a base de golpes.

-Buenas noches...

Saluda,agachándose para recuperar su arma.

**Neave S. Morrison** Mar Ene 19, 2010 1:49 am

El pequeño roedor que pasaba por delante de ella fue atravesado con una especie de hoja afilada que ella no tenía prevista, por lo que de manera rápida, coló sus manos por debajo de larga chaqueta y sacó una sais de su pierna izquierda y con un rápido movimiento, su cabeza se giró hacia la presencia que la acompañaba en aquel lugar, sin mover más musculos de su cuerpo humano que los de la respiración y el corazón.

Cuando la figura se acercó, la tensión se hizo más patente, y no se relajó un poco hasta que aquella figura femenina recogió su arma afilada y descubrió que en verdad, no era peligrosa. Bueno, peligrosa era, pero por ahora, estando donde estaba y al servicio de quien estaba, no debía temerla... o al menos eso creía ella. Solo hizo un leve gesto con la cabeza en señal de saludo, ya que no era muy dada a abrir la boca sin un motivo concreto, y este no se lo parecía, a no ser que le hiciera una pregunta concreta.

Dejó su posición defensiva para acomodarse en una lápida cercana y con el movimiento, aprovechar para a lejarse.

**Ray Raven** Mar Ene 19, 2010 4:34 pm

Arranca el roedor muerto de su arma y lo deja caer al suelo.Saca un pañuelo de su chaqueta y comienza a limpiar el srad,distraidamente,sin apenas hacer caso a la chica que estaba a su lado.Cuando termina su tarea,fija sus ojos borgoña en la joven.

-¿No sabes que es peligroso deambular por un cementerio por la noche?

Pregunta,acercándose a una lápida cercana para atrapar una rata.La sostiene en el aire,acariciándola con la mano tras guardar su srad.La rata hizo ese desagradable ruidito tan común en ellas,aterrorizada ante la mano que la rozaba.

-Uno de estos bichos podría morderte...y suelen tener la rabia y esas cosas...

Murmura distraidamente,mientras le rompe el cuello al roedor sin esfuerzo con una sonrisa dibujada en sus labios.Tira el nuevo cadáver contra un mausoleo,provocando un ruido sordo con el golpe.

-Las mujeres con rabia no son agradables...No...no...no...

**Neave S. Morrison** Mar Ene 19, 2010 7:32 pm

Sus ojos grises seguían la figura de la mujer, junto con los movimientos a la pobre rata. De haber sido como aquellas humanas que observaba desde hace siglos, el simple hecho de ver a aquel roedor cerca de su cuerpo las habría hecho chillar hasta destrozar sus preciosas y melodiosas voces, y los oidos de sus oyentes cercanos, estropeando el bello silencio que armoniso ocupaba todo aquel paraje sombrio. Un verdadero fastidio para todos, y poco productivo.

Su sais ya descansaba de nuevo en su sitio, cuando la mujer volvió a hablarle después de tirar el cuepo del animal no muy lejos de allí. No prestaba mucha atención a la conversación, dado que le parecía de poco interes, y suponía que ya habría adivinado lo que ese cuerpo frágil encerraba en su interior.

- Pero si interesantes... -dijo solamente, haciendo gala de su poca conversación mientras desviaba su atención a los botines negros de tacón que tapaban sus pies blancos.

**Ray Raven** Mar Ene 19, 2010 8:16 pm

-Terminan siendo cazadas como ratas...o como "gallinas"...

Pronuncia la última palabra con un tono algo siniestro,al fin y al cabo,para ella,las gallinas eran los estúpidos ángeles ,tan detestablemente puros,hasta el punto que le provocaban naúseas.Por eso era divertido matarlos...para eliminar esa pureza,aunque mucho más divertido que su muerte,era su corrupción.Al fin y al cabo,ningún se resistiría ante la Tentación Capital.

-Y las gallinas...uhhmmmn...son tan divertidas de desplumar...Todas esas plumas blancas son preciosas llenas de sangre...

Comenta dsitraidamente,dando vueltas alrededor de la chica,para finalmente sentarse en otra lápida,con el maletín apoyado sobre sus piernas.

-Y dime...¿Eres una rata...o una gallina?

**Neave S. Morrison** Mar Ene 19, 2010 9:25 pm

En su mente se forjó la imagen de un bello ángel, un cuerpo de piel blanca y cabellos de oro, solo que en su cabeza, la sonrisa de aquella criatura de alma pura y benevolente no era tan hermosa, sino una mueca horrible que incitaba a huir de él más que acercarse a disfrutar de su aura de bienestar. La imagen a la que estaba asistiendo no eran más que recuerdos infantiles que alguna vez formaron parte de su existencia, pero eso quedaba ya muy atrás, y apenas quedaba ya restos de lo que aquella visión representaba.

- Ni una, ni otra... puedo decir que tengo de poder elegir a mi voluntad -sus labios volvieron a mostrar la sonrisa con la que había aparecido en el cementerio, y miraba su reflejo de contrastes en los ojos de aquella que le estaba hablando. No le daban miedo esos ojos color rojo sangre que había visto más de una vez en sus muchos años de vida. Era fácil para ella, rodeada casi siempre de aquellos seres, reconocer que se encontraba ante un demonio.

**Ray Raven** Mar Ene 19, 2010 10:00 pm

-Libre albedrío...¿condena o maldición?

Le pregunta con una sonrisa.Sabía lo que era,podía sentir esa aura tan propia de esa raza,una raza que en teoría no debería haber existido nunca.Pero las teorías,son refutables...y aquellos seres eran la prueba de ellos.Al parecer los ángeles no eran tan perfectos como se creían después de todo.

-Soy Ray...

Deja caer como cualquier cosa,no veía un peligro en ella a menos que le demostrase lo contrario.Estaba segura de que de parte de los Celestiales no estaría,por esa manía que tenían de cazarlos y matarlos.

**Neave S. Morrison** Mar Ene 19, 2010 10:11 pm

- Maldición... pero las maldiciones no siempre tienen porqué ser malas.. ¿no? -en el fondo sabía que tenía razón. Las maldiciones solían ser más llevaderas que las condenas, que siempre y cuando te gustara el dolor propio, eran una maravilla continua, pero aún Neave no había conseguido interesarse por las prácticas de algunos con los que trataba, las cuales implicaban dolor, y disfrutaban con ello... quizás formara parte de su subconsciente de luz escondido lo que no le permitía entender ese dolor.

Escucha por primera vez en todo este tiempo, palabras que puede entender sin doble sentido, el nombre de la criatura con la que se encontraba en aquel lugar, compartiendo espacio y vagas opiniones que iban y venían como una leve brisa.

- Neave... un placer, creo -dice con cierta inseguridad ante la incierta creencia de que sea bueno o malo conocerla. No todos los demonios aceptaban tener medios ángeles cerca de ellos... eran una aberración para mucho, pero esa opinión solo abundaba en los de arriba.

**Ray Raven** Mar Ene 19, 2010 10:53 pm

-En teoría yo soy un ser maldito,abominable y esas cosas...pero...¿qué quieres que te diga?Tengo un aspecto estupendo desde mi punto de vista,y para muchos nacer es ya un pecado...Por lo que por esa regla de tres,todos deberíamos morir...

Comenta con una sonrisa,dando golpecitos con sus garras de metal en la fría piedra,sin apartar los ojos de ella.Esperaba algún tipo específico de reacción por su parte...quizá empezaría a criticar a los ángeles,tal vez a los demonios.Pero al menos,los demonios no solían matar ángeles oscuros.

-Llamémoslo casualidad...dudo que para cualquiera de nosotras cualquier encuentro implique placer precisamente.

**Neave S. Morrison** Mar Ene 19, 2010 11:14 pm

- Yo misma soy uan abominación -dijo exponiendo y compartiendo sus anteriores pensamientos con el demonio. No parecía ahora tan desquiciada como antes, o sencillamente que se había acostumbrado demasiado a l contacto con los humanos. Hacía ya tiempo que no bajaba a su hogar, y esas vacaciones la habían alejado de un ambiente que ahsta ahora no se había dado cuenta que echaba de menos. Sí, se lo había pasado bien en el piso intermedio entre lo bueno y lo malo... pero creía que ya era hora de volver y servir de nuevo. La mantendría ocupada y entretenida.- Por ello digo que siempre es más llevadera la maldición que la condena.

- Depende con quien -se relamió con la lengua sus labios rojizos, pensando en la cantidad de maldades que se puedían realizar en aquellos parajes. Desde la simple de asustar a los jovenes adolescentes que allí pasaban las noches de fiesta, o algo más llamativo y quizás más atroz

**Ray Raven** Mar Ene 19, 2010 11:37 pm

-Lo que realmente importa aquí es un cosa...y es dónde está tu lealtad...pareces simpática,pero...seamos realistas...si te entrometes en mis asuntos...o en los de mis superiores...

Dice,levantando una de sus manos,dejando que la luna robase destellos plateados a sus afiladas garras de metal.Las frota contra su chaqueta distraídamente,como intentando sacarles aún más brillo.Les sopla encima,para volver a frotarlas contra su chaqueta y admirar satisfecha el resultado final.

-...tendré que eliminarte del mapa...Y aunque no tengo por costumbre eliminar ángeles oscuros,por eso de que son "medio hermanos" y nosotros sí respetamos la sangre....a diferencia de los plumitas engreidos...Por eso,espero por tu bien que tu lealtad no resida en el Creador....

Dice con total indiferencia,mientras se pone en pie de un salto,colgándose el maletín a la espalda y marchándose en dirección a la puerta.

-Porque si no...te mataré con mis propias manos...

**Seryth Laeanya** Sáb Ene 23, 2010 7:28 pm

Por la esquina aparece una muchacha de aspecto joven, casi adolescente, aunque realmente tenga cientos de años. Se adentra al cementerio, uno de sus lugares preferidos, pues era tranquilo y la gente no solía hacer demasiado ruido si iba allí -menos los niños rebeldes que iban allí a beber y hacer fiesta-. Alza la cabeza para observar un instante el cielo, manchado de nubes blancas y grises, pero no parece que vaya a llover. Sacude la cabeza, apartándose las trenzas que se había hecho con anterioridad, mientras pasea con tranquilidad entre las lápidas, repasando nombres y epitafios que, seguramente, todo el mundo ha olvidado. Podría parecer que va sin rumbo fijo, pero sus andares la guían hacia el pie de su cerezo favorito, el más grande y lleno de flores, con unas raíces enormes que sobresalían del suelo, geniales para sentarse. Y así lo hace, colocándose en la raíz más cercana al tronco, para apoyar la espalda en él. Esboza una tenue sonrisa, mientras cierra los ojos para relajarse, agarrando su collar en gesto protector. Sin poder evitarlo acuden a su mente pensamientos que no querría que apareciesen, y sobretodo esa angustia que le oprimía el pecho solo de pensar que estaba completamente sola en un mundo que no era el suyo. Vuelve a sacudir la cabeza, pues ya estaba harta de auto-compadecerse. Sólo tenía que centrarse en recuperar los cristales y destruir, al fin, a esos malditos ángeles que tantos problemas le han traído.

**Nadeer** Sáb Ene 23, 2010 7:42 pm

Los pasos de sus botas de cuero negras van resonando en el silencio propio de un sitio como este, donde los muertos suponen la gran mayoría y los vivos los extraños... Va mirando varias tumbas, quién sabe si al azar o de forma concreta...

A unos los ha matado, a otros los tenía como compañeros, bueno, a sus carcasas... Y otros simplemente son los desgraciados que, en esta guerra, solo pueden verlas venir. Una sonrisa irónica se dibuja en su rostro, justo en el mismo momento en que observa a la lejanía un aura distnta. Por un momento la confunde con un ángel, per al ser capaz de vislunbrar esa únia ala blanca se percata de que es una desgraciada, como las llama él...

En cierto modo compartían aspectos en común, sólo que él los escondia tras puro egocentrismo y frialdad, mientras que muchos de los suyos preferían darle rienda suelta, dejándose al descubierto...

Débiles

**Seryth Laeanya** Sáb Ene 23, 2010 7:56 pm

Unos pasos a lo lejos, que resuenan en el cementerio dado el silencio que reina en él, interrumpe su momento de relajación. Abre los ojos con rapidez, repasando el lugar con su mirada color hielo, hasta que encuentra al recién llegado. Frunce los labios al ver que no es un simple humano, sino que parece un ángel... Sus músculos se tensan instantáneamente, soltando el collar que tenía entre las manos. Maldita sea, ¿justo ahora tenía que aparecer uno de esos bastardos? Se levanta de un salto, colocándose bien el sencillo vestido que llevaba puesto, a la espera de que se acercara. Pero justo en ése momento se fija que el color no és de las sombras que se proyectan, sino que verdaderamente son negras. Un suspiro de alivio escapa de entre sus labios, aunque no sabe si puede llegar a ser peligroso. Los ángeles oscuros, cómo los envidia. Ellos, a pesar de ser hijos de ángeles y demonios, muchas veces son aceptados en un bando o en el otro, al contrario que los Repudiados. Coge aire con suavidad antes de hablar, por más que eso le cueste horrores a causa de su carácter.
- Buenas tardes -saluda, en un tono de voz tranquilo, al que le ha dado un tono de confianza que realmente no siente, al menos no en ése momento.

**Nadeer** Sáb Ene 23, 2010 8:04 pm

Mmm... Una reacción un tanto extraña a su presencia, sin duda. Pese a que ha sentido la tensión inicial, el saludo lo pilla de imprevisto, pero responde con un único alzamiento de cabeza, recostándose sobre una de las lápidas, casualmente de un ángel al que mató en su día, flexionando una pierna y estirando la otra, con la mirada perdida en el cielo, teñido del rojo del atardecer...

Aunque había quien decía que cuando el cielo se teñía de rojo, es que se había derramado sangre en la tierra... Gracioso, y muy cierto, sin duda. Guarda largos segundos de silencio, respirando con una calma que incomoda, como si estuviese solo e ignorase a la otra, o más bien no le mereciese la pena...

Hasta que habla:

-Un sitio extraño para dar un paseo, repudiada... -A falta de nombre, utiliza el apelativo de lo que es, por ofensivo que pueda resultar. Ladea la cabeza en su dirección, para contemplar como se lo toma.

**Seryth Laeanya** Sáb Ene 23, 2010 8:14 pm

Por el momento, el ángel oscuro no parece peligroso, y espera que las apariencias no engañen. No tiene nada en contra de ellos, sólo un poco de envidia por poder pertenecer a algún lugar. Sonríe a medias al ver que corresponde al saludo, aunque no parece que vaya a saludar formalmente, hablando como la gente normal. Aunque, se recuerda, ambos son diferentes, están muy lejos de lo que se pueda considerar normal. Alza una ceja al ver que el chico pretende ignorar su presencia, por lo que se deja caer, hasta quedar sentada otra vez en la raíz, pero sin quitarle ojo. Puede parecer inofensivo, pero tras siglos de estar metida en esa guerra, no se fía de nadie.
- Lo mismo digo, ángel oscuro -responde, sorprendida de que haya hablado. Por su tono es evidente que no le afecta demasiado que la llamen por lo que és, aunque en el fondo le molesta un poco-. Me llamo Seryth, por cierto -añade, para evitar que la vuelva a llamar 'repudiada'.

FdR: Perdón por tardar tanto en contestar, es que hay gente moltestando. x3

**Nadeer** Sáb Ene 23, 2010 8:43 pm

Si pudiese hincharía el pecho igual que los pavos, pero el orgullo ya va implícito en su mirada cuando ella lo reconoce como tal. No como uno de esos que seguían siendo marionetas de los de arriba o de los de abajo, sino uno que realmente sabe lo que quiere, y que ninguno de esos dos bandos va a proporcionárselo.

Se aparta el pelo del rostro en un único movimiento, dejando más visible la cicatriz diagonal que comienza en su frente y termina cerca del ojo izquierdo (derecho para ella), observando con sus ojos azules a la Seyreth directamente, en una mirada penetrante y muy poco disimulada:

-Ajá... Un placer, supongo. -No se presenta en un inicio, no ve la necesidad, pero sí que se molesta en responder a su alusión al paseo-Vengo a visitar a ciertos... Amigos. -Murmura con una sonrisa casi socarrona, golpeando un par de veces con el puño la lápida que tiene detrás- Con este seguro que te hubieras llevado bien... Dos alas blancas, ya sabes... ¿También de visita? -Pregunta, mirándola de nuevo ahora con una sonrisa más suavizada, per indescifrable.

**Seryth Laeanya** Sáb Ene 23, 2010 9:03 pm

Empieza a balancear las piernas, colocando ambas manos en la madera, a los lados de su cintura, para sujetarse bien en su improvisado asiento. Ve en la mirada del chico el brillo del orgullo que le produce ser lo que es, algo bastante admirable, aunque seguramente corriente en los de su raza. O al menos, eso cree ella, no ha tenido el placer de cruzarse con más de cuatro o cinco hasta el momento. Sus ojos recorren la cicatriz del oscuro, que queda a la vista cuando se retira el pelo, aunque no es algo que la sorprenda demasiado. Las cicatrices son demasiado frecuentes entre los que luchan, así que no le da más atención de la necesaria. Sonríe al escuchar la respuesta del chico ante su presentación, y se decepciona un poco cuando él no le dice su nombre, mientras le sostiene la mirada, firme.
- Amigos, claro... -dice al fijarse en su sonrisa, cuando se refiere a la persona que está enterrada bajo esa lápida. Perfecto, se ha topado con uno de esos que van a matar a todo lo que encuentran.
- No, sólo de paseo, me gustan los lugares tranquilos. Aquí la gente no suele hacer mucho ruido -responde a su pregunta, intentando parecer calmada e ignorando deliberadamente su alusión al ángel muerto. Pero sus dedos crispados contra la raíz, clavando las uñas en ella, y la mirada algo más turbia, hacen que se vea claramente la hostilidad que siente hacia esos de dos alas blancas. Aunque en el fondo, se alegra mucho, muchísimo, de que haya uno muerto tan cerca.

**Nadeer** Sáb Ene 23, 2010 9:30 pm

Puede que sus ojos o su expresión puedan engañarle, pero como crispa los dedos sobre la tierra, la fuerza que le imprime al gesto mejor dicho, eso no se le pasa por alto..

Los odia, tanto o quizá más que él, ya que él tenía que repartir el odio a partes iguales, pero tenía de sobra para ambas razas. En ese mismo momento, pese a que no abandona su fachada, se muestra mínimamente más abierto:

-No existe mayor tranquilidad que la muerte... ¿La añoras? -Pregunta sin tapujo alguno, estando él en su situación se plantearía seriamente añorar el abrazo de la muerte... Aunque claro, él había escogido otra senda mucho más ambiciosa. Decide presentarse al percatarse de que su gesto no ha quedado muy bien visto, cuando contra los repudiados no tienen nada, otra marca de la crueldad de los de arriba- Nadeer, por cierto.- Emite un suave bufido, alzando de nuevo el rostro hacia el cielo

**Seryth Laeanya** Sáb Ene 23, 2010 9:58 pm

Al darse cuenta del estúpido gesto que ha hecho, rápidamente relaja las manos para dejarlas delicadamente entrelazadas en su regazo. Sólo con saber que el oscuro que tiene enfrente debe haber matado a muchos angelitos, la relaja de una forma insospechada, o más bien la tranquiliza. Si asesina ángeles, duda que intente matarla a ella, que sólo es mitad celestial, o ni siquiera eso. Sólo una aberración.
Una sonrisa vuelve a asomarse a sus labios al ver que el chico parece que le va cogiendo algo de confianza -o quizás es sólo su impresión-. Al escuchar su pregunta, niega con la cabeza con suavidad.
- No, ni por asomo. Tengo demasiado que hacer todavía, la muerte no es un camino que esté dispuesta a tomar por ahora. Eso aliviaría, seguramente, parte de mi existencia, pero aún no es mi hora -susurra, con una sinceridad abrumadora. No le molesta en absoluto que los demás puedan saber lo que piensa o sienta en su interior, siempre ha sido muy abierta al hablar de sí misma.
- Encantada, Nadeer -responde, alzando las comisuras de los labios, contenta de que haya decidido presentarse.

**Nadeer** Dom Ene 24, 2010 4:38 am

No responde a lo que a él simplemente le parece un mero formalismo, aunque escucha con atención sus anteriores palabras. Curioso pensamiento, para qué va a negarlo, y muy parecido al que tiene él:

-¿Cosas como cuáles? -Pregunta sin tapujos de nuevo. Que le responda o no, no es cosa suya... En cierto modo siente lástima por los que son como ella, aunque por lo que tenía entendido y oía se estana organizando, y de forma bastante eficiente...

Lástima que no fuese él el que tomase las decisiones, no le molestaría compartir un mundo con unos que han sufrido algo muy similar, o oncluso peor. Y lástima también que no sea capaz, que no se permita, expresar eso con palabras.

**Dayree** Dom Ene 24, 2010 4:47 am

Anochece, y es en este momento del día cuando más cómoda se siente fuera de su base secreta. Y eso se debe a que, cuanto más tarde es, menos gente hay por según que zonas de la ciudad. Todos se encuentran concentrados en los mismos sitios, por lo que huyendo de los mismos es fácil obtener un poco de soledad, de paz, de evasión...

Por ello, Dayree sale siempre cuando el crepúsculo anuncia su llegada, al encuentro del cielo teñido de escarlata por los últimos rayos de sol, que se anticipan al manto negro que todo lo cubre... Negro, como la gabardina larga que viste, como sus botas, que levantan el polvo a cada pisada, como los guantes que esconden las manos ocultas en los bolsillos... Negro, como su pasado, su presente, y la visión de su futuro se le antojan.

Y, sin embargo, anochecer y soledad no van unidas en esta ocasión, no en ese lugar, en el que ella pensó que no encontraría a nadie. Dos figuras parecen conversar: la primera, a la que reconoce como una camarada, junto a un árbol. El segundo, cuyas alas de plumas negras no tienen pérdida alguna, sobre una lápida. ¿Por qué tienen que estar justo ahí? De todos los sitios que se encuentran en Zion, tienen que ir justo al que ella ha elegido para huír de todo.

Pese a todo, no va a ser ella quien de media vuelta y se marche por lo que, acercándose a ambos, se sube a la lápida que hay junto al árbol en el que se apoya la repudiada, para agarrarse a una rama y tomar impulso, sentándose sobre la misma:

-Vaya, vaya, Seryth -Sisea a su compañera, a modo de saludo- No pensaba que te dedicases a charlar con traidores...

Y es que para ella eso son los ángeles oscuros: unos traicioneros que, en el pasado, dejaron tirados a los de su raza por salvar el culo. Habían luchado juntos, habían hehco una alianza y, en cuanto los ambiciosos arcanos les traicionaron a ambos, los ángeles oscuros huyeron al cielo o al infierno dejando a su suerte a los repudiados... Mladitos cobardes, eso es lo que son.

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