Refugio de Lennart

**Lennart** Mar Ene 19, 2010 6:00 pm

Dueño de la vivienda: ¿Legalmente? No se sabe. Pero Lennart hace las veces de okupa *cara de persona adorable*
Tipo de Vivienda (pequeña casa, duplex, piso, apartaestudio...): Es un edificio de dos plantas y un ático de estilo antiguo para los canones del Zion moderno pero que no desentona en la zona sur, ligeramente en mal estado y oficialmente abandonado. (Para quien haya visto El Pianista es el edificio donde Hosenfeld le encuentra y vive mientras él).
Habitantes: Lennart y alguna rata, seguro.
Número de estancias: Varias, Lennar sobre todo se mueve por los pisos superiores.
Breve descripción: ya curraré luego e-e

**Morgan Mellzeny** Mar Ene 19, 2010 6:08 pm

-Ñi ja ja ja....
-Chhhhst.....No hables, seguro que hay gran cantidad de mamiferos roedores por la zona....
-Mejor para mi, estamos hambrientos......

*Morgan le hubiese contestado a lo que el consideraba uno de sus demonios, el cual, segun el decia, se autodenominaba Vangelis. Sin embargo, lo que el arcano no sabia, era que estaba hablando, en esencia, consigo mismo.
O con una parte de si mismo, que al fin y al cabo, no era muy diferente.
Pero un cascote en medio del camino hace que este a punto de perder el equilibrio, aunque logra mantenerse de pie gracias a su agilidad natural, desarrollada y entrenada con los años.

Se recoloca adecuadamente la larga y grande gabardina, en la cual lleva de todo como si fuera un armario en vez de una prenda de ropa, y sigue su camino, adentrandose en una zona de casas abandonadas, buscando ingredientes y elementos que puedan servirle para sus estudios arcanos.

Finalmente, se adentra, tras empujar con fuerza, en una casa medio derruida, de la cual puede oir el suave sonido de unas patas de rata deslizandose por algun lado*

-Ves lo que os decia? Mamiferos roedores......Una rattus norvegicus de lo más comun y asqueroso....
-Me estoy aburriendo mortalmente con tus ratas y tus historias. No podriamos ir a un lugar mas concurrido? Este edificio es frustrante....

*Aunque para el arcano la voz es tan clara como si alguien estuviera susurrandole en el oido, es solo un murmurllo que da vueltas en el interior de su cabeza*

**Lennart** Mar Ene 19, 2010 6:18 pm

Había regresado a casa después de un día dando vueltas tras su encuentro con Geasser, dando vueltas tanto físicamente por la ciudad sin hacer nada realmente útil, comofiguradamente pensando en sus palabras, en aquella conversación, en un encuentro tan extraño y como había acabado cenando gratis en el restaurante más caro de la ciudad. Nadie le creería si lo contase claro que, ¿a quién iba a contarselo?

Al final había vuelto a casa cansado de tanto andar y tanto pensar sin llegar a ninguna conclusión. Entre una y otra cosa estaba más cansado que de haber estado corriendo todo el día. Subió hasta el ático. El edificio tenía tres pisos si se contaba este que apenas tenía nada, el primero con un salón y varias habitaciones que acumulaban polvo y que él nunca pisaba, sintiéndolo como una intrusión en las vidas de quienes hubieran vivido allí; en la superior algunas habitaciones, un par de baños y una cocina, y finalmente el ático con el tejado a dos aguas donde solía dormir.

Cansado se enroscó en la cama, tapándose con la manta y cerró los ojos cayendo dormido al instante hasta que algo le hizo despertarse. El joven abrió los ojos rojizos, grandes, en mitad d ela oscuridad y aguzó el oido, pero no oyó nada. ¿Habría sido una falsa alarma o un animal? Estaba casi seguro de ello cuando le pareció oir una voz en el piso inferior.

Receloso se levantó, complétamente vestido ya que no se había quitado la ropa para dormir, y cogió el cuchillo que tenía siempre a mano por si acaso, bajando al piso de abajo, usando las sombras como escondite y aguzando el oido para localizar al intruso.

**Morgan Mellzeny** Mar Ene 19, 2010 6:40 pm

*Morgan va pasando, en silencio con el mundo y consigo mismo, por algunas de las habitaciones, observando una gran capa de polvo en todas ellas, ademas de multiples objetos de incalculable antiguedad

Pasa sus manos por distintos relojes, pulseras, libros, candelabros, telefonos del año de la cachipum....Y por supuesto, va poniendose algunas cosas en sus multiples bolsillos, porque este tipo de objetos son un bien para la humanidad y no pueden quedar guardados en secreto....El tiene que estudiarlos, o simplemente quedarslos porque le gustan..
Puede que sus costumbres de llevarse lo que no es suyo le vengan desde muy pequeño, pero nunca le han ido mal, por lo que jamas ha pensado en modificarlas....*

-Oigo algo, cosa que tu tambien harias si no estuvieras tan concentrado en tus tonterias habituales
-...Sera una rata, una rattus...
-NO SE TE OCURRA VOLVER A REPETIR TODO EL MALDITO NOMBRE Y HAZME CASO!
-...No grites, me duele la cabeza....
-Y te va a doler mas como no hagas lo que te digo....Soy YO quien nos saca siempre de las malas situaciones, asi que no te pongas ahora testarudo.....No sientes una presencia...?
-....Si, ahora que lo dices....

*Una repentina angustia le invade durante unos diez segundos, en los cuales sus defensas mentales, segun el, magicas, se debilitat y el llamado Vangelis parece estar a punto de tener terreno libre. Pero afortunadamnete, solo son unos segundos.

Morgan, prudente cuando lo ve necesario, prepara sus conjuros arcanos y se esconde en un rincon oscuro, esperando detras de unas escaleras, ver al Repudiado...*

**Lennart** Mar Ene 19, 2010 6:48 pm

Oyó unos pasos en la escalera que iba del segundo al primer piso y se escondió entre las sombras junto al final de la escalera, ya que atacar directamente era peligroso y una insensatez y no era tan estúpido como para hacerlo. Aguardó oyendo el murmullo de una voz y empezando a entender las palabras... ¿hablaba solo? Parecía que sí. Afinó un poco más el odio tratando de captar si había una segunda voz pero no oyó nada, ni segunda voz ni más de un par de botas andando por la escalera, subiendola lentamente.

Confuso se quedó quieto un segundo de más, sin comprender pero había gente así. Sobre todo locos. Había visto mendigos que hablaban solos, ¿sería aquel uno de ellos? Podía haberse sentido tentado por quedarse a dormir en aquel edificio pero no pensaba consentirlo. Podía ser eso o mil respuestas más posibles, lo que estaba seguro era de que no podía quedarse filosofeando en la cima de la escalera si no de que tenía que actor.
Dispara y luego pregunta. Aunque no tuviera una pistola si no un cuchillo el sistema funcionaba igual.

Así que le vio llegar al final de la escalera y distinguió a un hombre joven de cabello corto y rubio oscuro, de aspecto extraño. Pero no se detuvo demasiado tiempo a analizarlo, tomando el cuchillo y atacándolo por la espalda, buscando colocar el objeto contra su garganta e inmovilizarle así para que no pudiera devolverle el golpe y poder interrogarlo.

**Morgan Mellzeny** Mar Ene 19, 2010 7:05 pm

*El tacto del cuchillo en el cuello de Morgan hace que el corazon de este se acelere de golpe, ademas de sentir como la sensacion de repentina angustia volvia a perforarle hasta el mas insignificante poro de su arcana piel.
Se sentia atrapado, con un cuchillo afilado y frio encima de su garganta, que se movia al compas de cada respiracion....Casi podia sentir como el filo le perforaba el cuello, y entonces, la calidez de la sangre deslizandose poco a poco, robandole la vida de un modo en el que el nada pudiera hacer.
No queria permitirlo, no podia morir....Le aterraba demasiado la idea de la muerte y el dolor como para siquiera pensar en ella, era una persona por lo general poco prudente, pero siempre atemorizada por la real mortalidad que lo rodeaba....

De pronto una sensacion tranquilizadora le acuna la mente, una sensacion calida y casi maternal que le habla y poco a poco le convence, sin necesidad de muchas palabras.
Tranquilo, yo solucionare esto....
Y por supuesto, Morgan se lo cree....alguna vez le ha fallado el abandonarse...?

Vangelis, o mejor dicho, Morgan en su otra personalidad, abre los ojos, como si se hubiera operado en el un gran cambio, mientras que en realidad, esta exactamente igual que hace unos segundos.
Pero el se siente libre, a sus anchas, sin tener que pedir permiso a nadie.....Y en su mente, un leve rugido le recuerda que hay mas compañeros en la proxima carniceria*

-Oooooh, que error mas grande, que graaande......Hubiese sido muchisimo mas prudente por tu parte....Quedarte en las sombras, y no dejar que yo saliera....

*En un movimiento extremadamente rapido, Vangelis coge al desconocido atacante por la muñeca y se la retuerce, separandose del filo del cuchillo. Eso no le libra de un leve corte que empieza inmediatamente a sangrarle, pero no le importa.
Es mas, le hace gracia y todo....
Teniendo al chico cogido por la mano, se da media vuelta y se encuentra cara a cara con el repudiado. HAce una mueca de desagrado, como si el realmente fuera un demonio y no otra personalidad de Morgan, y le da una patada en la boca del estomago, soltandolo de la mano y dejando que caiga a un metro mas alla.

Con extremada lentitud, extrae la espada que lleva oculta entre sus ropas......*

-Voy a hacerme unos guantes nuevos con tu piel, chaval....

**Lennart** Mar Ene 19, 2010 7:19 pm

El filo se coloca sobre el cuello del hombre, que estaba ahora contra la pared y así lo sustuvo unos segundos, notando la respiración acelerada del otro. Viéndolo de cerca no parecía un desharrapado, si no que vestía con normalidad y no tenía aspecto de desnutrido ni nada similar. Lennar se preguntó quién diablos podría ser No le parecía sentir el aura de un ángel o un demonio.
No preguntó nada, aún pensando.

Estaba tan perdido en aquellas meditaciones que ni se dió cuenta del cambio operado en el rostro del hombre. Al principio su expresión era asustada, sorprendida, como pillado in fragantti y sins aber cómo reaccionar a la amenaza directa del cuchillo, pero de pronto cambió. En sus ojos el brillo se volvió de asustadizo a divertido y Lennar se dió cuenta demasiado tarde de la sonrisa que se extendió por su rostro, peligrosa.

Antes de que pudiera reaccionar el otro atrapó su muñeca tomándolo por sorpresa y haciéndole soltar un ruido ahogado de dolor al retorcerla, haciendole creer por un segundo que iba a rompersela pero sin llegar a tanto. Vió su mueca asqueada y preguntándose a cuento de qué vendría si ni se conocían, recibió el golpe en el estómago y cayó al suelo, levantándose casi de inmediato. Estuvo a punto de resbalar al tropezar con su propia ropa, grande, pero se sostuvo apoyándose en la pared y cogiendo el cuchillo de nuevo en posición ofensiva. Pero entonces vió la espada.

Oh, oh... , pensó. Aquello pintaba mal. Mil veces se había dicho que necesitaba una espada pero no sabía manejarlas bien y eran tan grandes... Pero no podía hacer frente a ese arma con un simple cuchillo. Miró de reojo a su alrededor, pensando a toda prisa y antes de que el otro pudiera atacarse se escabulló por uno de los pasillos. ¿A dónde podía ir? Bueno, había pestillos, podía encerrarse hasta que el humano se cansase y aun cuando no lo hiciera tenía su magia y si no siempre había una útlima baza.

Llegó a una habitación y cerró la puerta, apoyándose contra ella. Necesitaba unos minutos para pensar una estrateguia siquiera.

**Morgan Mellzeny** Mar Ene 19, 2010 9:35 pm

-Yuuuujuuuu...! Niño, donde estaaas? Vamos, vamos, ven a jugar con el tio Van, ya veras como va a ser divertido....

*Vangelis ha intentado atrapar al escurridizo renegado en cuanto habia vuelto a levantarse, pero al conocerse mejor la casa donde se encontraban, habia podido escaparse de el con rapidez.
Un error muy grande que no iba a repetirse....No, porque se aseguraria de cortarle algo que fuera fundamental para el andar, como un pie, o algun tendon de esos....Bah, la anatomia nunca habia sido su fuerte, con cortarle un poco la pierna bastaba, y de sobras....

Andando con paso tranquilo, dando golpecitos con la punta de la espada en el suelo, el "demonio" va pasando por los pasillos, mirando habitacion por habitacion, siguiendo lo que el aura del Renegado le llama.
Cada vez mas cerca, mas cerca....
Hasta que le nota en el otro extremo de una puerta. Es algo sutil, debil, una leve sensacion, pero él sabe que esta ahi....

Y tambien sabe que simplemente dar un golpe a la puerta no va a ser divertido, por lo que toma la decision de dar partido a sus poderes mas basicos.

Coloca una mano encima de la puerta, la que no esta ocupada por la espalda, y concentrandose, deja que su poder acuatico actue sobre la madera. Sintiendo como una sutil debilidad se apodera de su cuerpo, al mismo tiempo que una interesante sed se extiende por su boca, la puerta va recubriendose de una finisima pátina de agua, controlandola el como si se tratara de cristal fundido.
Una vez toda la puerta, incluso por el otro lado, esta recubierta de agua, esta se congela, casi en dos segundos.
Nota una pequeña molestia, una migraña que en menos de un minuto desaparece, y aprovechando su recuperacion, suelta una fuerte patada a la puerta congelada, que estando ahora recubierta de hielo, se fragmienta en mil pequeños pedazos*

-Aja ja!....Te pille, pequeña salamandra....

**Lennart** Mar Ene 19, 2010 9:50 pm

Apoyó una mano sobre la rodilla, pensando, tratando de analizar la situación. ¿Qué hora sería? Seguramente de noche, aunque no sabía en qué podía eso ayudarle o serle de inconveniente, simplemente un dato inútil más. Escuchó a lo lejos la voz del hombre, canturreante y cerró los ojos, abstrayéndose de ella y tratando de recopilar todo lo que sabía.

Se había despertado en mitad de la noche por un ruido creyendo que era un animal y era un intruso. ¿Por qué estaba ahí? Información desconocida. ¿Qué era? Parecía humano. No se había fijado si era uno de esos raros humanos con habilidades mágicas pero lo más probable era que no ya que eran poco frecuentes. El hombre en cuestión parecía fuerte físicamente, o al menos lo era sí o sí armado con aquella espada, de modo que la mejor idea era hacer que se rindiera y esperar simplemente a que se fuera. Sus cosas podían correr algún peligro pero no tenía tantas posesiones valiosas. Recordó el dinero que Geasser le había dado pero lo había ocultado de forma que dudaba que nadie fuera a encontrarlo.

Oyó pasos en el pasillo, al otro lado de la puerta. Parecía que el intruso se acercaba. Bueno, estaba la puerta cerrada así que sería cosa de que...
Para su sorpresa notó de pronto en la nuca algo frío y se giró a tiempo de ver como la puerta se cubría de una fina pátina de agua. Confuso se apartó, observando el fenómeno. Y fue una suerte que lo hiciera pues entonces el agua se congeló y de no haberse apartado se habría visto congelado él en parte. Retrocedió un paso. Parecía que se equivocaba y el humano si tenía ciertos dones mágicos.

Bueno, él también. Notó la magia en su interior, como un leve cosquilleo, recordando como convocar un Manto del Maldito como defensa pero aún no lo hizo, esperando al último momento. En su lugar retrocedió, levantando el cuchillo ante él, aunque de poca defensa sería.

-¿Quién eres tú? -preguntó al humano cuando este apareció en el boquete que antes había sido la puerta que ahora era esquirlas de hielo diseminadas por el suelo. Hablando se entiende la gente, ¿no? pero intuia que no era entendimiento lo que aquel hombre buscaba. ¿Qué entonces?

**Morgan Mellzeny** Mar Ene 19, 2010 10:13 pm

-Que quien soy yo.....? Que quien soy yo, alimañana estupida e inutil....?.....ALGUIEN CON QUIEN NO METERSE, EXACTAMENTE ESO! DEBERIA DARTE VERGUENZA IR AMENAZANDO A LA GENTE CON EL CUCHILLO, TENGO GANAS DE CORTARTE A CACHOS Y GUARDARTE EN UN TUPPER PARA COMERTE DESPUES!

*Tras esa explosion de rabia e indignacion, Vangelis cruza la puerta elada, haciendo que sus zapatos pisen el suelo ahora lleno de pequeñas esquirlas de hielo, haciendolas crugir suavemente, para terminar desmenuzadas en una antinatural nieve.
Le gustaban esos trucos, Morgan era mas receloso de lo teatral, pero a el le gustaba tanto llamar la atencion.....

-Es un niño

Oh, oh, cielos, no....no!
COndenado brujo de tres al cuarto, en cuanto el empezaba a pasarselo bien, aparecia de nuevo. Para las cosas importantes NUNCA estaba presente, siempre tenia que ser el quien los sacara de los atolladeros.
Pero claro, cuando podia encontrar un poco de diversion, se despertaba como si tuviera un maldito despertador.
Era profundamente odioso....

-Y yo un adulto. Y que?
-Pues que no le hagas nada
-Bu hu, hu hu....Y porque deberia hacer tal cosa, listo?

De pronto, la espada que estaba sujetando Vangelis se torna pesada en sus manos.....muy pesada, tanto que esta a punto de deslizarsele de los dedos, mientras nota una sensacion dolorosa en sus sienes.
Ah, condenado, como lo odiaba, como lo.....
Detestaba......

Morgan se pasa una mano por la cara, recolocandose el pelo y la gabardina, comprovando que lleva encima todas sus cosas y ademas, las sustraidas con anterioridad.
Mira al chico, aun delante de el, y se queda unos instantes mirandolo, parpadeando al menos cinco veces antes de hablar con el*

-....No recuerdo muy bien como he llegado a esta situacion, pero creo recordar que te estaba persiguiendo......Hola, muy buenas, por cierto.

**Lennart** Mar Ene 19, 2010 10:26 pm

Le sorprendió oirle gritar y retrocedió involuntariamente medio paso. Parecía realmente molesto y capaz de llevar a cabo su amenaza sin vacilar. Lennart trató de observarle para sacar si realmente estaba en peligro, pero con aquella espada y con aquella mirada sus inclinaciones eran más a tomarle en cuenta. No había imaginado que por intentar defenderse en su casa pudiera originarse tal revuelo. ¿Seguro que aún no estaba durmiendo? Era tan extraño.

Y más extraño aún fue de pronto oir su voz suavizada, casi amable, decir que era un niño. Lennart volvió a prestar atneción, alzando el cuchillo por si acaso. Nunca se sabe de dónde puede venir la amenaza, aunque aquella voz, a pesar de la misma, parecía más benévola que la anterior.

Escuchó el corto dialogo entornando los ojos, empezando a sospechar. Seguramente si Lennart no supiera nada del tema no se le habría ocurrido aquella posibilidad y simplemente hubiera tomado a Morgan por un loco más que habitaban Zion, pero había algo en él que, aunque no consciente, sabía que ocurría ahora mismo en la mente del humano.

Antes de que dijera nada el hombre había dejado caer la espada, cambiando su actitud corporal todo y diciendo aquello. Lennart ladeó la cabeza. Parecía...

Como solo alguien de mente ligeramente infantil por mucho que intente aparentar lo contrario, puede hacer el joven se aproximó al hombre, con pasos lentos, enfundando de nuevo el cuchillo al cinto que llevaba bajo la camisa que le iba grande, llegando hasta Morgan. Era más bajito que él y levantó los dedos para apoyar las llemas sobre su mejilla, con la cabeza aún ladeada, curiosa.
-Sois dos en uno -musitó, ni siquiera preguntándolo, si no afirmándolo. Tras aquella actuación parecía algo claro-. ¿Quién eres? -preguntó de nuevo, con aspecto inofensivo aún sin pretenderlo.

**Morgan Mellzeny** Miér Ene 20, 2010 5:23 pm

*Morgan recoge la molesta espada, la cual siempre ha considerado un peso inutil, guardandola en su funda, ocultada bajo la gabardina color pistacho que siempre lleva.
Recuerda bastante bien lo que ha sucedido, por lo que puede hacerse una idea, y sin embargo, hay momentos en los que se muestran borrosos en su mente, pero son los suficientes como para montarse la pelicula.

Entonces el crio se acerca, poniendole la punta de sus dedos en su mejilla, cosa que, realmente, le impacta mas de lo que parece. Lo ultimo que se esperaba de alguien a quien acababa de atacar, era que se le acercara con curiosidad....infantil.
Peor bueno, ademas el joven no parece un niño, si no...¿un adolescente? Si, eso se acerca mas....pero su comportamiento es ciertamente digno de edades menores a la que aparenta.
Bueno, con este tipo de seres, es dificil discernir la verdadera edad....*

-Soy un arcano, criatura de angelicales ancestros. Y quisiera corregirte, no soy dos en uno, si no tres, pero afortunado tu de pensar que solo tengo una dualidad interior...

*UN tanto molesto por el contacto, Morgan aparta la mano del repudiado, colocandose bien del todo la gabardina, mirando la habitacion donde se encuentran.
Era algo asi como un dormitorio antiguo,con algunas sabanas cubriendo los muebles y otros objetos. Sintiendo curiosidad, ignorando un poco al chaval, Morgan da unas vueltas por la sala, curioseando, y de nuevo, colocandose en los bolsillos aquello que le interesa.
Se queda leyendo lo que parecia ser una revista muy muy antigua, observandola con interes relativo*

-Y quien eres tu?

**Lennart** Miér Ene 20, 2010 5:39 pm

Al verle recoger la espada del suelo y enfundarla de nuevo apartó los dedos de su cara con rapidez en un acto reflejo, como quien quita la mano de un enchufe o algo peligroso, pero al ver que el hombre solo la guardaba se relajó. Aunque no del todo. Nunca se relajaba del todo y menos acompañado. Asi no se sobrevivía en Zion.

Sus miradas se cruzaron un instante y Lennart se quedó mirando el rostro del hombre, sin saber a qué atenerse con él. La gente dual era peligrosa, lo sabía, a pesar de que solo había conocido a otra persona con aquel... rasgo, y muy brevemente. No sabía a qué podía atenerse con aquel humano que, según decía, era uno de aquellos capaces de invocar capacidades mágicas y además no dual, si no de tres caracteres en un solo cuerpo.
No pensó más en ello. Debería. Pero no lo hizo.

Cuando Morgan se apartó de él, mirando la habitación en la cual el hielo y nieve de su magia se había ido convirtiendo poco a poco en hilo para cubrir el suelo cerca de la puerta, Lennart no hizo amago de seguirlo, si no que retrocedió un poco. Preferiría que aquel hombre no estuviera allí, en su casa. La compañia en sí le era inquietante y más en un territorio que consideraba terreno seguro, su refugio, su guarida. Lo más parecido que tenía a un hogar y en el que nadie tenía derecho a entrar y romper esa seguridad.

-Lennart -respondió simplemente a su pregunta. Un nombre que podía ser inútil comparada a toda la información que Morgan que le había dado, pero era eso a fin de cuentas. Siguió vigilándolo, siguiendolo con la mirada de sus ojos escarlatas.

Vió entonces cómo el hombre se deslizaba cosas en los bolsillos, en general pequeñas pero importantes. Para él quizá no pero para los antiguos habitantes de la casa quizá sí. De alguna forma se sintió responsable de aquellas cosas, pues al hacer de aquel lugar su casa lo había hecho de las cosas que había allí.
-Robar es algo incorrecto -le dijo con suavidad al hombre, a modo de recrimianción, esperando que devolviera los objetos a su sitio-. No son tus cosas.

**Morgan Mellzeny** Miér Ene 20, 2010 8:14 pm

-¿Lennart? Que nombre mas raro....Digno de un bicho raro como tu....Me pregunto como debe de ser eso de ser un repudiado....¿Es muy duro? Yo creo que no, no pareces especialmente torturado....Bueno, pero una vez vi a un repudiado que estaba echo trizas en una calle, me sirvio para ver que teneis los organos un tanto distintos.....

*Morgan sigue hablando, puesto que esta tan habituado en pensar en voz alta que no suele refrenar su verborrea cuando esta en compañia, cosa que, ciertamente, no pasa muy a menudo debido a su espiritu poco gregario.
Sigue toqueteando las cosas, mirando la revista y viendo que en las ultimas paginas se hablaba sobre un problema matrimonial de una actriz famosa con un cantante.
Bueh, aburrido, muy humano, muy mundanal.
Tira la revista por sus espaldas, andando por otros sitios, registrando unos cajones, de donde saca un bonito reloj de cadena, que por supuesto, ya no funciona. Pero puede que el pueda arreglarlo....*

-Oh, ya se que no son mias....Pero tampoco son tuyas, al parecer, Renegado vagabundo. ASi que no son de nadie, pero como ahora estan en mis bolsillos, pasan a ser de mi propiedad.....Entiendes la logica aplastante?

*Dentro de su cabeza, Vangelis despierta:
-Un crio estupido...*

**Lennart** Miér Ene 20, 2010 8:24 pm

Poco acostumbrado a hablar con gente, le sorprendió que aquel hombre hablase tanto y tan rápido. Tardó unos segundos en recobrarse y entender lo que le estaba diciendo el hombre, porque además saltaba de una idea a otra sin consideración para quien le escuchase, ni en el sentido de que le entendiese ni en el sentido de que pudiera hacer daño lo que decía. Lennart se quedó quieto, sin saber qué se suponía que tenía que hacer o decir cuando alguien decía algo de aquel estilo.
Pero, ¿qué sabía aquel hombre? Nada en absoluto. No tenía derecho ni a insultarle ni nada parecido.

-No creo que sea algo que te interese -dijo por fin con frialdad, aunque para cuando respondió a aquello el otro ya había añadido dos o tres frases más. No parecía que realmente le interesase que le escuchasen, más bien daba la impresión de hablar por hablar.

Y mientras seguía registrando la habitación, cogiendo todo como si fuera suyo. El joven repudiado lo observó hacer esto primero en silencio, hasta que volvió a adelantarse.

-No pueden ser tuyas si son de otra gente -replicó a su comentario en teoría lógico. De hecho era lógico. Más de una vez había seguido él esa misma lógica pero por alguna razón que no sabría expresar con palabras aquella casa era diferente y tenía la idea de que debía proteger lo que había allí-. Y esta es mi casa, deberías irte -añadió, molesto por aquello de renegado vagabundo. Sabía si nombre, podría usarlo.
No le terminaba de caer bien aquel hombre.

**Morgan Mellzeny** Miér Ene 20, 2010 8:33 pm

-Oh, claro que me interesa....Me interesa TODO, sabes? Desde la mas absurda y ridicula teora hasta el mas extraño nombre, como el tuyo. De hecho, yo tambien tengo un nombre raro, me llamo Morgan....No se porque a mi madre se le ocurrio ponerme asi, quien sabe....Quizas era porque tenia algun pariente asi, yo no puedo saberlo....Pero ahora hablando en serio, yo me pregunto....Tu nombre te lo pusieron tus padres o te lo pusiste tu? Seria realmente interesante poderse poner el nombre uno mismo....

*
-Hablas demasiado
-Oh, callate. Siempre dandome la tabarda, siempre quejandote...
-Oh, pues claro que tengo que quejarme!
-Na na na, no te escucho..

En su cabeza, Morgan "ignora" a su otra personalidad, creyendo que es el demonio que lleva en su interior.
COn cuidado, se sienta en un sillon cubierto por una sabana blanca, levantando una nuve de humo y provocandole un ataque de tos. Tras apartar el humo con la mano y recuperandose del malvado ataque alergico, saca el reloj de su bolsillo, y del otro, extrae un pequeñisimo destortinllador, dedicandose a la reparacion del aparato*

-Oh, asi que esta es tu casa.....Permiteme la indiscrecion, pero no parece que la hayas comprado.....

**Lennart** Miér Ene 20, 2010 8:40 pm

Abrumado, de nuevo, trató de entender todo lo que aquel hombre quería decirte tan rápido y con tantas palabras, pero resultaba complicado. Parecías er bastante curioso... y llamarse Morgan, eso había dicho. Quien se lo puso y por qué era algo que a él no le interesaba. A diferencia de Morgan había aprendido que la curiosidad exagerada podía ser mala compañera.
Pero en cambio su pregunta era curiosa.

-Me lo pusieron mis padres, creo -respondió al cabo de unos minutos de silencio. No había conocido a sus padres pero sabía que aquel era su nombre, sabía que se lo pusieron ellos (¿quién si no?) pero no recordaba la primera vez que lo había usado. Suponía que porque era muy pequeño, tenía sentido. Apenas recordaba los primeros años de su vida.

A pesar de lo que dijera Morgan él estaba seguro de que aún en caso de decirle todo aquello se le olvidaría para el día siguiente, así que lo omitio. Bueno, por eso y porque era información suya y era celoso con su intimidad. No iba a contarle su vida al primero que se encontraba y menos siendo como era Morgan. Seguía sin fiarse y su actitud no ayudaba a que cambiase de idea precisamente.

Levantó la cabeza que había bajado sin darse cuenta para mirar el suelo fijamente, al oir lo que dijo. Parpadeó.
-No, me la encontré -explicó con toda naturalidad Lennart con una sonrisa ligeramente infantil. No lograba aún controlar ese rasgo infantil que de vez en cuando le salía. Recordaba que antes no sonreía tanto, o al menos no de aquella forma... Antes... antes de qe Ightell se... fuera. Si... fue después de eso que empezó a sonreir.

**Morgan Mellzeny** Miér Ene 20, 2010 8:49 pm

-Mmmm....Te la encontraste...

*Por la sorpresa que le causa la respuesta, Morgan se queda unos segunos quieto, sin hacer nada, con una mano con el reloj, y en la otra, el destornillador, mirando el horizonte.

-Lo que decia yo, un crio estupido.....

Aunque Vangelis le murmure tal cosa en su cabeza, de pronto una sonrisa empieza a dibujarse en el rostro del arcano, que pronto se vuelve en una expresion como si se estuviera aguantando la risa, mordiendose un poco el labio.
Finalmente, estalla en estertoreas carcajadas, sin poderlo evitar, riendose hasta que le duele el estomago, sincera y profundamente divertido por la respuesta sencilla e infantil del chico.
Lo cierto era que no solia encontrarse con tanta inocencia junta. Le resultaba divertida...*

-Oh, te la encontraste! Esto es genial, una respuesta que me ha dejado patidifuso. En serio. Me ha encantado....Ojala yo tambien pudiera encontrarme inmuebles por ahi, porque por lo general conmigo se quedan quietos sabes? Soy yo quien tiene que ir a encontrarlos, un engorro, realmente....

*Vuelve a ocuparse del reloj, riendose aun por lo bajo, hasta que consigue abrir la tapa, observando como algunas piezas estan mal colocadas*

-Bueno, pues si te la encontraste, no le das buen uso...¿Porque tienes tantas habitaciones y tantas cosas abandonadas?

**Lennart** Miér Ene 20, 2010 9:01 pm

Se había quedado en blanco, recordando, de forma que casi no se dió cuenta del silencio que había sin que nada interrumpiera sus recuerdos. Lennart apartó la mirada de Morgan, mirando hacia un lado, alicaido, cuando de pronto Morgan empezó a reirse a carcajadas en mirad de la habitación, aún con el destornillador en una mano.

Lennart le miró sin comprender en apariencia de qué se reía, y así era. Había sido sincero. Simplemente... se la había encontrado. Iba andando buscando un lugar donde quedarse después de... eso y de pronto se encontró aquella casa, abandonada, donde no entraba nunca nadie. Movido casi por el destino (¿qué si no?, pensó él) entró y descubrió que no había nadie allí... ¿por qué no quedarse? Después de un par de noches especialmente lluviosas decidió que era una buena idea y se trasladó al ático. Así que... sí, se la había encontrado. Por el tono de Morgan era como si no le creyese.

No era una persona que tendiera a hablar o continuar conversaciones y de hecho quebrar su voluntad de hablar era fácil, y en aquel momento, sintiendose abochornado sin saber por qué se quedó callado hasta que finalmente logró decir:

-La casa se queda quieta, no se mueve -no estaba seguro pero parecía que Morgan no había entendido a qué se refería. Pero antes de exponerse a que se riera de nuevo de él, decidió dejarlo en su error. Parecía que pensase que a la casa le hubieran salido patas o alas y hubiera ido a él cuando no era así.

Al oir su siguiente pregunta miró a su alrededor. Esa habitación, por ejemplo, de matrimonio y cubierta de polvo y libros sin leer, no la había visitado más que dos o tres ocasiones mal contadas desde que vivía allí. Pensó cómo responderle satisfactoriamente al humano.

-No necesito tanto espacio -dijo por fin con palabras lentas, pensando aún-. Además... antes había aquí gente. Arriba no. No creo que les gustase que yo este aquí durmiendo, en su cuarto digo -no era que creyese en fantasmas era más bien una intución. La misma que hacía que no le gustase ver como Morgan se quedaba con lo que quisiera-. Y tampoco les gustaría que te quedases sus cosas... ¿te gustaría a tí que otro se llevase tus cosas?

**Morgan Mellzeny** Miér Ene 20, 2010 9:26 pm

-Si yo estuviera muerto, o perdido en algun sitio, me molestaria que mis cosas quedasen rotas y abandonadas....Porque yo estoy arreglando el reloj, ves?

*Efectivamente, tras unos cuantos retoques, se oye un leve tictac procedente del aparato, que Morgan vuelve a cerrar con cuidado y delicadeza. En un gesto rapido, de sus manos sale un leve chorro de agua, que adopta el movimiento de una sinuosa serpiete, dirigiendo con infinito cuidado el reloj, hasta colocarlo en la palma de la mano del repudiado.
Inmediatamnete, el agua regresa a su mano, desapareciendo al fin*

-Que pasaria si lo hubiesemos dejado ahi? Que hubiese seguido roto. Y entonces, que? TU no podrias saber que hora es, y su antiguo amo estaria triste porque nadie utilizaria sus cosas...y estas quedarian rotas. Menudo desperdicio, en serio, no te lo habias planteado?

*Morgan se pone comodo en el sillon, mirando a su alrededor com si estuviera en un cine, o en algun tipo de museo*

-Y entonces, donde duermes? Porque no entiendo porque necesitas poco espacio....Acaso los repudiados tenes agorafobia o algo parecido? Seria curioso de ver, porque lo cierto es que nunca os he visto en lugares muy concurridos....SI, puede que sea por eso...Pero entonces, es genetico? Eso no tiene sentido...

**Lennart** Miér Ene 20, 2010 9:38 pm

Observó con atención como Morgan manipulaba el reloj, sin tenerlas todas consigo. No sabía qué estaba haciendo con el objeto y se quedó mirando atento mientras pensaba en lo que él había dicho. Le molestaría que sus cosas quedasen rotas y abandonadas... él apenas tenía cosas así que le importaba poco, pero no le gustaría despertarse un día y ver que habían desaparecido. Eso seguro. Vio, sin demasiado asombro dado que convivía con la magia pero sí algo maravillado ya que él no contraba el agua ni conocía a nadie que lo hiciera, como el chorro de agua le dejó el reloj en la mano. ¿No iba a quedarselo Morgan?

-Es posible que tengas razón... pero sigues usándolo de excusa para ser un ladrón -respondió por fin tras enfrentarse al dilema mentalmente durante unos largos minutos-. No te importa de quienes fueron estas cosas, solo si te sirven a ti.

Le vio sentarse y le siguió con la mirada. ¿Debía decirle donde dormía? Nada le aseguraba que no pudiera aparecer en mitad de la noche, como ese día, y además sorprenderle durmiendo con esa espada y matarle. ¿Para qué? A saber, no parecía del todo cuerdo, aunque sí más que algunos vagabundos que había conocido.
No era agorafóbico que supiera, pero eso no quitaba que no le gustase el exceso de gente o que le pareciera estúpido usar más espacio del que necesitaba. Tenía suerte de tener aquella casa, pero si no tendría que conformarse con sitios pequeños.

-¿Y tú dónde vives? -preguntó. Prefería hablar de otros a hablar de sí mismo. De hecho prefería hablar poco pero parecía que Morgan no iba a irse.

**Morgan Mellzeny** Jue Ene 21, 2010 5:25 pm

-Buah! Pues depende del dia...A veces me voy a dormir a nuestra "sede secreta" *Morgan hace el signo de las comillas con los dedos para darle mas gracia a su relato*, pero generalmente tengo una casa-habitacion-cubiculo-refugio....Seh...Me encanta, esta lleno de cosas y cositas, incluso a ti, que eres agorafobico y estresado, te gustaria.....Si, creo que incluso estarias de acuerdo conmigo en que coger las cosas prestadas es buena idea cuando vieras la coleccion que tengo, claro que si, estoy convencido....

*Alargando la mano, toquetea una mesilla que hay y extrae de ella un par de gafas antiguas, un monoculo, una libretita con algunas palabras impresas, una pluma cara, pero sin tinta, una pequeña petaca llena de un liquido indeciso, una cuchara de plata ornamentada y muy bella, y una cajita de madera pequeña.

Entretenido, tarareando, va metiendo todos los objetos en sus bolsillos tras observarlos, como si la voz de Lennart no fuera mas que otra de sus multiples voces que le acompañan, molestandole con sus comentarios.
Lo cierto era que Morgan no solia relacionarse mucho con gentes que no fueran de su mundo. Obviamente que no vivia apartado de la sociedad, es mas, estaba bien integrado en ella, lo suficiente como para que su aparente locura casi no llamara la atencion.
Pero hay una diferencia muy grande entre estar rodeado de individuos que tienen su propia vida, y mantener algun tipo de enlace con dichas personas.
Por ello, no esta acostumbrado realmente a mantener conversaciones de mas de cinco minutos, y por ello, la voz de Lennart se le antoja como una de sus imaginaciones, que por supuesto para el, son muy reales.
Y el tono de voz suave del renegado no ayuda, precisamente.*

-Me pregunto....¿Eres tan moral porque eres hijo de dos angeles, o porque realmente piensas asi? Viendo donde vives, no me creo que hayas pagado nada de lo que llevas puesto, o al menos, no la gran parte....Entonces robas para vivir? Para comer, supongo yo, pero...Las criaturas como vosotros comeis...? Es interesante saberlo, porque me pareceria algo sumamente curioso, al fin y al cabo, tampoco soys criaturas mundanales, no...? Y bueno, entonces para ti, robar para comer esta bien, pero robar para dar uso a los objetos, no?

*En su cabeza, con un gruñido, Grhuul reacciona malevolamente, al mismo tiempo que Vangelis se rie, como si ese comentario extraño fuera para el un idioma*

-Dice que hablas demasiado
-Pues dile que el habla tan poco que te necesita como traductor

**Lennart** Jue Ene 21, 2010 6:10 pm

Lennart había acabado sentandose en la cama que soltó una especie de suspiro al recibir su peso. El joven subió los pies, descalzos se dió cuenta entonces porque al despertarse ponerse los zapatos no había sido su prioridad al haber oido ruidos, y rodeando con los brazos las rodillas, mientras los ojos rojizos seguían a Morgan con atención.

Asintió un poquito, un gesto pequeño, pensando en lo poco que sabía de los humanos capaces de hacer magia. Según sabía se llamaban arcanos a si mismos, pero hasta esa noche no se había parado a pensar en si serían una organización con una base o algo parecido, o si por el contrario eran como los repudiados. Eso de formar agrupaciones no terminaba de casarle, tan acostumbrado como estaba a la soledad y el silencio. Se le hacía sumamente extraño dormir muchas personas en el mismo sitio.

Se preguntó qué tendría Morgan en esa casa-habitación-cubículo-refugio como él la había definido; mientras le veía seguir sustrayendo cosas del dormitorio. A ese paso no quedaría nada. ¿Sería capaz de llevarse la cama? Quizá podía encogerla mágicamente...

-¿Eh? -soltó en voz alta y enrojeció al oir aquello de que era demasiado moral por el tono que usaba Morgan para decirlo. No parecía enfadado pero Lennart no pudo evitar sentirse regañado, amonestado y bajó un poco la mirada, apoyando la nariz sobre las manos-. No tiene que ver... -respondió por fin. Si ni había conocido a sus padres ¿cómo iba a tener que ver? Aunque no estaba seguro, lo mismo era genético-. Como tampoco tiene que ver lo que tú haces con lo que hago yo... tú no necesitas todas esas cosas.

¿Y si se equivocaba? ¿Y si necesitaba las gafas, la pluma sin tinta o la cuchara. Pero no lo parecía. La ropa de Morgan aunque no elitista no parecía de mala calidad, ni él mal alimentado, aunque su aspecto tan extraño no le ayudaba a formarse una idea de cómo era su vida, pero no le veía teniendo que robar para sobrevivir, parecía más una manía.
No dijo nada, ligeramente arrepentido, acerca de que él también robaba. No había elegido hacerlo y lo que cogía la gente ya no lo necesitaba. Por ejemplo el frutero tenía manzanas de sobra, ¿no? Y nadie necesitaba siete camisas, etc, etc.

**Morgan Mellzeny** Jue Ene 21, 2010 6:37 pm

*Al ver como el niño enrojece, Morgan se rie por lo bajo, como si esa muestra fisica hubiese sido algun tipo de victoria, auqnue pequeñita*

-AJA JA! Claro que tiene que ver, hombre. Es robar, no? No hay diferencia, al fin y al cabo, se trata de coger cosas que no son tuyas, que no te pertenecen, y llevartelas...Yo al menos tengo la excusa de que nadie las quiere, porque si no las usas tu, sus amos estan desaparecidos, y nadie las reclama...Es porque nadie las quiere! Y ademas, yo las arreglo...pero tu robas y no das nada a cambio,a que no? Y no tienes excusa...Que terrible, que terrible...Y luego me acusas a mi, que cara que tienes....

*Con el mismo cuidao de antes, Morgan ha cogido la pluma y a empezado a obervarla, abriendola por dentro y observando a ver que encuentra. Al parecer, hay algunas partes interiores rotas, de modo que la tinta caeria de forma desigual y mancharia el papel en vez de escribir bien, por lo que de nuevo el arcano se dedica, con su extraño destornillador, a intentar arreglarlo.*

-Y como sabes que no necesito estas cosas? Quien sabe, quizas me son vitales....Porque hablas con tanta seguridad? Me conoces? Sabes que hago yo con los objetos? No, pero ya me estas juzgando, que verguenza, que verguenza...Todos los repudiados prejuzgais taaanto?

**Lennart** Jue Ene 21, 2010 6:52 pm

Al oirle reirse, interpretando que era de él, el joven se avergonzó más, tratando de seguir los hilos de razonamiento del humano. Pero seguía sin estar de acuerdo con lo que decía, seguía pareciendole mal que se llevase aquellas cosas, aunque si hubieran estado en la calle y le hubiera visto robar a un trasehunte intuía que no habria sacado la misma impresión de Morgan.

Miró las cosas, pensando que era cierto que nadie las quería. Era triste. Se habían quedado ahí sin que nadie las hiciera caso, acumulando polvo y él tampoco las había hecho mucho caso.

-Si es diferente -respondió, de nuevo en su opinión, mirando aún cómo se guardaba las cosas que estaban en buen estado en los bolsillos-. Yo no las robaría si tuviera dinero, pero no lo tengo -trató de explicarsleo, de hacerle ver cómo él lo veía pero no terminaba de lograrlo, ya que no terminaba de entender por qué sentía aquel celo por aquellas cosas en especial.

Debería decirle que se las quedara, se dijo, ya que nadie más las quería, pero no teía derecho ha hacerlo. Ni él a dárselas, ni Morgan a quedárselas.

Vio como empezaba a desmontar la pluma estilográfica, mirando el interior, y metiendo el destornillador. ¿Iba a arreglarla? ¿Cómo sabría tanto? Él no sabría hacerlo. Suponía cómo debía funcionar la pluma pero no sabría cómo arreglarla. Se preguntó si habría algo que aquel tipo no pudiera arreglar.

-No son prejuicios -se defendió al punto, levantando un poco de más, para lo que el consideraba adecuado, la voz, ofendido por ello. Sobre todo porque el tono en que lo había dicho sí le hacía sentir avergonzado-. Es solo que tú si tienes aspecto de tener dinero -quiza no miles, pero no parecía tener mucha necesidad-. Si lo necesitases podrías comprarlo, no tener que robarlo. Si lo robas es porque quieres.
Le pareció que era un argumento muy razonable. Casi sonrió, satisfecho de si mismo.

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