Eireth Avenue

**Lucifer** Jue Ene 14, 2010 9:14 pm

La principal, y por lo tanto más chocante -tanto que a los ojos de muchos niños turista parece sacada de una película de ficción o un innovador videojuego-, avenida del North Palkia y de la propia Zion.

Y es que no es para menos: Una avenida kilométrica, la única exclusivamente peatonal de la zona norte de la ciudad, cuyo fin se encuentra en el centro neurálgico de la zona, dónde si hasta llegar allí ya has visto enormes rascacielos capaces de eclipsar la luz solar te encuentras con otros iguales, e incluso más altos, apilados uno al lado del otro, cuya tecnológica decoración con luces y placas diversas da la sensación de encontrarse en otro planeta.

Este espectáculo visual se completa con numerosos establecimientos, con una calidad equiparada al precio de los artículos que venden. La actividad nocturna también continúa aquí para aquellos que pueden permitírselo, y es que Eireth Avenue es un lugar que nunca duerme.

**Catherine Lenoir** Mar Feb 02, 2010 10:14 pm

-Confirmemos material -murmuro mientras cojo la mochila y la abro, observando el interior tremendamente concentrada-. Linterna... Listo. Pilas por si un caso... Listo. Galletas de reserva... Listo. Mapa... ¿Y el mapa? ¡No fastidies!

Comienzo a dar vueltas en circulo, nerviosa. ¿Dónde demonios debo haber dejado el mapa? Mapa, mapa, mapa. Siento que algo se desliza sutilmente desde el bolsillo trasero de mis pantalones. Lo observo, con una mirada recriminatoria.
-Con que ahí estabas, ¿eh? A ver si va a ser cierto lo de la maldición.

Me río sola, echando a andar por la calle, entrando en una tremendamente transitada. Arrugo la nariz, intentando ignorar los empujones que la gente me da al pasar por mi lado, sumergida en la lectura del mapa. Camina hasta el lugar más poblado de la ciudad. Allí, entre la multitud, alguien llamará tu atención. Búscale...

Comienzo a mirar con curiosidad todas y cada una de las personas que pasan por mi lado. Señores trajeados con cara de mal humor, chicas jóvenes cargadas con bolsas cargadas de ropa, mujeres trajeadas y super maquilladas, algún que otro ser algo descuidado buscando carteras faciles de robar. Pero no, nada que llame mi atención. No veo ningún ogro ni nada por el estilo. ¿Qué demonios tengo que encontrar?

**Lennart** Mar Feb 02, 2010 10:27 pm

Lennart llegó corriendo a Eireth Avenue, una de las principales arterias de Zion y la única que exclusívament eera peatonal. Se zambulló entre la multitud como si se tratase de un mar, sin mirar atras, sabiendo que los vehículos de la policia no podrían entrar en la avenida peatonal y que, para cuando se bajasen y fueran a buscarle a pie él ya se habría perdido entre la multitud.

Por si acaso se echó la capucha sobe el rostor. Era blanca, al igual que el resto de su ropa, como siempre, algo que no ayudaba a camuflarlo en un sitio vacío pero, entre tanta gente, daba igual que ropa llevase que le perderían de inmediato. Además, acababa de tirar antes de ponerse la capucha, esa raída capa negra hecha con una manta ya inservible. Los policias estarían buscando a alguien con una gran capa negra y no le encontrarían.

Satisfecho aminoró el paso cuando se consideró ya fuera de peligro y se permitió tomar aire y sonreir para sí mismo. Una vez más, había sido más listo. No era orgullo lo que sentía, solo alivio, era consciente de que no siempre podía ganar y cuando perdiera... entonces las consecuencias serían graves.

Pero eso aún no había ocurrido, se dijo como consuelo y para combatir los posibles malos pensamientos que pudiera suscitar su mente, sacó de entre los bolsillos una gran hogaza de pan. Aún estaba caliente, podría decirse que estaba robada incluso antes de que el panadero la sacara del horno, exagerando un poquito, claro.

Continuó su paseo mordisqueando el pan y contemplando fascinado la enorme avenida.

**Catherine Lenoir** Mar Feb 02, 2010 10:41 pm

La gente sigue pasando a mi alrededor, chocando conmigo como si nada, como si no existiera. Malhumorada, inflo los mofletes, echando a caminar por entre ese montón de personas buscando a ese ser desconocido del que habla el mapa. Veamos, veamos... ALguien que me llame la atención...

De pronto siento una leve angustia, mareándome. Tal vez sea por estar rodeada por tanta gente. Intento apartarme, colocándome en la entrada de un escaparate para respirar con tranquilidad, sin apartar los ojos de las personas. Pito, pito, golgorito, ¿quien será mi ayudante? De pronto, entre el gentío, veo algo que me llamo la atención. Ni pelos de colores, ni peinados estrafalarios; una simbre capucha cubriendo una cabecita.

Doy un salto, bajando a la calzada y echando a caminar detrás de esta persona. Lo inspecciono a una cierta distancia; es curioso ver a alguien así por esta calle. ¡Espera! ¿No será que está llamando mi atención? De pronto, una gran sonrisa se extiende por mi rostro, mientras corro hacia él, colocándome delante suyo con los brazos extendidos de par en par.
-¡Te he encontrado!

**Lennart** Mar Feb 02, 2010 10:57 pm

Mordisqueando el pan se fijó en los eltreros, en los carteles publicitarios, las luces de neón, el ruido, la conversación de la multitud. Era tan enorme todo, tan envolvente, parecía una vorágime que podía engullirlo repentinamente y quizá nunca soltarlo. Imponía. Mucho. Y el joven repudiado lo observaba todo con dos grandes ojos rojos en un rostro pálido como la leche sobre el cual caían, lacios, los cabellos blancos y finos, casi traslúcidos.

Hasta que de pronto algo lo sobresaltó interponiéndose en su camino. Era una chica joven, alta, que llevaba un papel arrugado y amarillento en la mano cuando se puso delante de él de sopetón exteniendo los brazos para no dejarle abanzar. Lennart casi se cayó al suelo del sobresalto y estuvo a punto de sotlar el trozo de pan que le quedaba, en el último momento logró retenerlo entre las manos y miró a la chica de nuevo, pasado el susto inicial.

-¿Qué pasa? -preguntó en voz más alta por los latidos rápidos de su corazón, de lo normal. De inmediato intentó apartarse pero entre tanta gente le era imposible salvo que la chica le abriera camino.

Probó a ver si era una criatura sobrenatural, receloso de tanto encuentro con ellas últimamente. De no ser por la cara suave e inofensiva de la chica se habría asustado aún más por haber dicho eso "te encontré", eso implicaba una búsqueda previa. Pero parecía humana. Aguardó su respuesta.

**Catherine Lenoir** Mar Feb 02, 2010 11:10 pm

Observo como el chico se sobresalta, divertida, riéndo entre dientes. Alrededor nuestro se ha creado un leve círculo vacío, dado que la gente ante mi bonita actuación ha decidido apartarse, por si empiezo a echar espuma por la boca y a morderles los brazos. Como siempre. Pero no me importa, por que está aquí. Entusiasmada, le enseño el trozo de papel arrugado, con las indicaciones de los pasos a seguir.
-Mira, mira. Camina hasta el lugar más poblado de la ciudad. Allí, entre la multitud, alguien llamará tu atención. Búscale... -leo, con emoción, acercándome a él para que me escuche entre el barullo de la gente-. ¿Ves? Eres tú. Te he encontrado.

Sonrío, emocionada. ¡Bien! Estoy un paso más cerca del tesoro del rey Gerald. ¿Qué será lo que esconde? Quiero verlo ya, ya, ya. Pero, claro, para seguir tenemos que mirar a ver cuál es el siguiente paso. Vuelvo a coger el papel, mirando la continuación del texto.
-...Él te llevará hasta el siguiente lugar; buscad el lugar más oscuro, más apartado, más humedo... Allá donde no suela haber gente-. Alzo la mirada, buscando los ojos del chico-. Bien, tú dirás a dónde tenemos que ir.

**Lennart** Mar Feb 02, 2010 11:28 pm

La gente se aparta de ellos, y con razón. De poder él tmabién se apartaría. Aquella chica, tan entusiasta como para saltarle en mitad de la calle, le ponía nervioso y le hacía recelar. Si ya de por si desconfiaba de todo bicho viviente, de alguien como esa humana lo hacía el doble.

Vio como agitaba el papel poniéndoselo delante de la nariz y leyendo lo que ponía. Lennart se asomó un poco. No estaba acostumbrado a leer demasiado, pero comprendió lo que ponía. Miró a la chica, ¿Por eso le había saltado al paso tan emocionada? ¿por una frase tan imprecisa escrita en un papel?

-Podría ser cualquier persona... -intentó decirle Lennart. Vale, él llamaba la atención, pero mucha gente llamaba la atención. Podía dar una vuelta sobre sí mismo y que le llamasen la atención diez personas, por ejemplo esa chica del pelo color rosa chicle, o el hombre de más allá que va con una especie de falda larga negra y un montón de piercings y el pelo largo; o el punk de más allá... -. ¿Cómo estas tan segura de que me buscas a mí?

Pero ella no le hace apenas caso, volviendo a agitar el mapa, alisándolo para leer más en voz alta. Lennart intentó mirar el papel que parecía un mapa sin ninguna X marcada, solo cosas escritas al margen. Era una representación de Zion si no se equivocaba. Miró de reojo a la humana, ¿qué estaría buscando con aquel mapa? Lo mismo era importante. Pero no era asunto suyo. Pensó en librarse de ella lo más fácil y rápidamente posible, para evitar problemas.

-Donde no hay nadie... eso deben ser la catacumbas, ¿no? Esta apartado y es húmedo y oscuro -argumentó el repudiado colocandose un dedo sobre la barbilla, pensativo, no lo habia pensado mucho pero era lo que primero se le había ocurrido-. ¿Ves? No me necesitabas a mí -le recriminó un poco.

**Catherine Lenoir** Mar Feb 02, 2010 11:45 pm

El entusiasmo se apaga levemente en mi rostro al escuchar sus palabras. ¿A caso no quiere acompañarme? Mi mirada se mueve por entre las personas del lugar, todas y cada una distintas entre ellas en apariencia, pero completamente igual de vacías en su interior. Apenada, vuelvo a mirar al chico.
-Sí, hay muchas personas... Pero miralas bien. En el fondo son... Personas. Sus miradas no esconden más que secretos mundanos y corrientes. Pero tú... Tú eres diferente -me pongo de puntillas, dado que mi corta estatura no me permite acercarme de otra manera a su oído-. Estoy segura de que ni si quiera eres un humano.

Río suavemente, divertida. Escondo mis manos en la espalda mientras él habla, pensativo, sobre el lugar al que tenemos que ir. ¿Catacumbas? Algo agría mi mirada al recordar la última vez que estuve allí.
-No, no, no creo que sea ese lugar... Está demasiado lejos. Además, mira.

Le enseño el mapa, con dos pequeños pueblos dibujados, un tunel subterráneo lleno de agua y un frondoso bosque. Eso es todo lo que aparece en él. Señalo uno de los pueblos, donde está representada una figura completamente bestida de blanco, en posición de rezar, resplandeciente entre los edificios comunes.
-Este eres tú. Y aquí estamos nosotros. Y supongo que esto... -murmuro, señalando el tunel subterraneo inundado-. ...Debe de ser el lugar al que me tienes que llevar.

**Lennart** Mar Feb 02, 2010 11:54 pm

Se siente un poco culpable al ver como la sonrisa se borra del rostro de la chica al oirle y aparta la mirada, cambiando el peso del cuerpo de una pierna a otra, incómodo. Pero ella debía entender que no podía ayudarla. Tenía cosas que ahcer, como llegar a su casa y guardar la comida que había conseguido. Ahora la hogaza de pan de antes estaba en su bolsillo: no era de buena educación comer en público por mucho que se muriera de hambre.

Miró a la gente que les rodeaba de nuevo.
-Sí... supongo que tienes razón -comentó Lennart, admitiendolo en voz suave pero lo suficientemente alta para que ella le oyera. La gente estaba vacía, bien, pero él tampoco estaba menos vacío -sobre todo su estómago- y eso tampoco importaba para que la chica siguiera su mapa ella misma. Pero cuandos e inclinó para susurrarle eso al oido, Lennart dió un respingo, retrocediendo y mirándola espantado, a tiempo de ver que su aura, sí, podía ser humana pero también tenía un gran poder arcano. Por eso lo sabía.

Enrojeció al ver cómo se reía a su costa y, además, rechazaba su idea de las catacumbas. Pues a ver qué otro sitio oscuro, húmedo y solitario se le ocurría a ella... que justo le plantó de nuevo el mapa en la nariz, un mapa que apenas entendía. Vió como iba señalando cosas en el mapa y negó con la cabeza.

-No lo entiendo -intentó decirlo de la forma más sencilla y amable para que no se molestase-. No creo que pueda ayudarte, ni sé qué buscas ni dónde puedes encontrarlo. No entiendo el mapa -dijo con rapidez, por si acaso, ligeramente avergonzado de forma visible.

**Catherine Lenoir** Miér Feb 03, 2010 12:13 am

El muchacho parece asustarse después de confesarle que sabía que no era, en absoluto, un humano. A pesar de ello, no podía descifrar bien de qué se trataba. Aunque, bien pensado, tal vez la angustia anterior fuera provocada por su presencia... Lo que daría como resultado un repudiado. Genial, nunca había visto uno de verdad. Mi mirada se ilumina ante este pensamiento, dado que las cosas nuevas siemrpe me atraen mucho más que aquello que ya conozco.

-Ahora sí que tengo claro que tu eres el joven del mapa. Por que tú eres un... -no digo la palabra en voz alta, pero gesticulo exageradamente con la boca para que entienda perfectamente la palabra repudiado.
Sonrío como una cría, mostrándole mi dentadura, mientras vuelvo a colocar mis manos en la espalda. Aunque pronto se me borra la sonrisa, ya que vuelve con la historia de que él no es quien yo busco. Le miro, bajando la mirada hacia el mapa y volviendo a mirarle a él.

-Pero... Pero... Si eres tú... Tú sabes dónde está ese tunel. ¿No quieres ayudarme a encontrar el tesoro del rey Gerald? Compartiré contigo el contenido, te lo prometo.
Mi voz había empezado siendo una especie de súplica o gimoteo infantil, que va cobrando seguridad hasta ser completamente seria en el punto de prometerle ese trato. A fin de cuentas, si es cierta la leyenda, habrá suficiente dinero como para vivir cuatro vidas. De humano, claro.

**Lennart** Sáb Feb 06, 2010 5:51 pm

Ve como los ojos de la chica parecen iluminarse de emoción, fruto de algún pensamiento que él desconocía y, algo asustado, retrocedió un poquito, lo que pudo sin darse con la multitud que les rodeaban. ¿Quién seria aquella chica? No parecía peligrosa pero... por si acaso era mejor mantenerse atento.

Y la vio decir, sin pronunciarlo pero abriendo mucho la boca tanto que hasta un tonto se daría cuenta de lo que decía, lo que era y suspiro. Parecía ser una arcana, así que era lógico que supiera reconocer lo que era, pero eso no hacía si no aumentar la inquietud que sentía por dentro. Así que tomó aire, armandose de paciencia y valor y volvió a mirar el mapa. Quizá si le seguía la corriente luego le dejara irse a casa tranquilo a comerse el pan que tenía ahora en el bolsillo.

-Está bien... te yudaré con el tesoro ese del rey tuyo-aceptó finalmente, aunque no tenía ni la menor idea de lo que la chica estaba hablando o de por qué se suponía que él iba a poder serle de ayuda en algún sentido. Pero la intención es lo que cuenta, ¿no? -. Lo que pasa es que no se me ocurre a qué tunel te refieres... -admitió bajando la mirada, esperando que la chica no se enfadase por ello. Solo se le ocurrían als catacumbas o las alcantarillas. Y ella había dicho que no eran.

**Catherine Lenoir** Sáb Feb 06, 2010 6:12 pm

Una gran, gran, gran sonrisa se extiende por mi rostro al escuchar que, finalmente, accede a ayudarme. Alzo los brazos, saltando contenta por la respuesta. Aunque él sigue hablando, con un tono algo más apagado. Dejo de saltar, llevándome una mano a la barbilla de manera pensativa, mientras doy cortitos pasos a su alrededor, sacudiendo el mapa en mi mano.
-Veamos... Si las catacumbas no puede ser... ¿no se te ocurre algún lugar por aquí cerca que sea similar?

Dejo de caminar, plantándome justo delante de él con una mirada esperanzada, volviéndole a tender el mapa. Estoy segura, segurísima de que sabe perfectamente a dónde tenemos que ir, aunque él aún no lo sepa.
-Agua, oscuridad, bajo tierra... ¿A qué te recuerda?

FdR: Te recuerdo que no has mencionado las alcantarillas en ningún momento Rolling Eyes

**Lennart** Sáb Feb 06, 2010 6:40 pm

Vale, tengo mala memoría, creia que si XD.

Le daba un poco de pena no poder decirle nada mientras ella caminaba, pensativa, pero lo cierto era que dudaba que él pudiera ayudarla demasiado. Total, no tenía nada de especial. Y seguro que el mapa al final no llevaba a ningún tesoro ni nada parecido, pero... tampoco iba a desilusionarla, ¿verdad? Así que pidiendole permiso en voz baja le quitó el mapa para girarlo un par de veces, ver el reverso, leer las instrucciones con atención mientras se rascaba un momento la nariz, pensativo, hasta que al final se rindió diciendo:

-Como no sean las alcantarillas o las catacumbas no se me ocurre nada, lo siento -se disculpó, bajando la mirada al suelo, avergonzado por no ser de ninguna utilidad. La miró de reojo-. ¿No hay nadie más que pueda ayudarte? -le preguntó, si lo hubiera le daría menos palo.

**Catherine Lenoir** Sáb Feb 06, 2010 7:01 pm

Cuando me pide el mapa, gustosa que se lo tiendo. Le observo espectante, mientras estudia el mapa. Parece realmente concentrado; por fin se ha metido en el tema. Sonrío mientras le veo de esa guisa, completamente inmerso en sus pensamientos cuando, por fin, abre la boca para decir algo.

Le miro con emoción, aunque parece que no se le ha ocurrido nada. Salvo...
-Espera. ¿Alcantarillas? -pregunto, esta vez poniéndome yo pensativa-. ¡Claro! ¡Alcantarillas! Están cerca, son húmedas, oscuras y solitarias... ¡Seguro que es eso!

A punto estoy de tirarme encima suyo con tal de abrazarle por haber descubierto, finalmente, el lugar a donde tenemos que ir, cuando vuelve a soltarme la misma pregunta. Ruedo los ojos, negando con la cabeza.
-No conozco a nadie más que a ti. La gente suele huir de mí -esbozo una débil sonrisa, guardando el mapa en mi bolsillo-. Bien, ¿vamos a las alcantarillas?

**Lennart** Sáb Feb 06, 2010 7:39 pm

Le tiende de nuevo el mapa de vuelta a la chica humana, con una mirada a modo de disculpa. Ahora le sentaba mal no poderla ayudar... mira que era raro, se dijo a si mismo.

Cuando depronto ella soltó aquello, de nuevo completamente entusiasmada gritando. Lennar se sobresaltó y casi se cayó del susto. Cuanta energía tenía aquella chica dentro, le sorprendía que sobreviviera siendo tan entusiasta pero por alguna razón parecía que creía que había acertado y Lennart esperó a que se calmase.

-Entonces... ¿vamos a las alcantarillas? -propuso y se dió cuenta, tarde, de que lo había dicho en plural. Él tenía ganas de ir a casa a comer, pero lo cierto es que sentía curiosida dpor el tesoro ese y estaba seguro de quesi dejaba sola a la chica lo mismo se caía dentro de las alcantarillas y se ahogaba o algo parecido, y el más o menos las conocía. Había entrado pocas veces pero tenía buena memoria.

Asintió a lo que ella dijo y se diriguió hacia allí, atravesando la multitud, esperando que le siguiera.

¿POsteas tu primero en las alcantarillas?

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