Apartamento de Ryûnne

**Ryûnne** Lun Ene 25, 2010 2:28 am

Dueño de la vivienda: Ryûnne
Tipo de Vivienda (apartamento, piso, loft...): Apartamento
Habitantes: Ryûnne
Número de estancias: Cuatro (Baño, cocina, habitación, salón)
Breve descripción: Foto
La entrada da directamente al 'dormitorio', una sencilla cama de matrimonio a ras de suelo. Luego llega una pequeña mesa de estudio, que está justo al lado de una cocina sencilla, con lo justo para sobrevivir, ya que no suele comer en casa. Junto a las escaleras que dan al segundo piso está el armario empotrado, que sirve las veces de vestidor.
En el segundo piso se encuentra un salón, con varios sofás y un equipo de música. Y escondido entre cuatro paredes, está el baño, con ducha, bañera y el resto.
La casa no está decorada, no hay nada parecido a fotos, cuadros ni vida animal o vegetal. Sólo lo justo y necesario para ir allí de vez en cuando.

**Azariel** Mar Ene 26, 2010 10:29 pm

En apenas unos días ha pasado de no hacer nada, de malvivir y disfrutar, a tener tareas y órdenes, un objetivo...

Y menudo objetivo. Tras la escenita del bosque había vuelto a atacarle ese cúmulo de sensaciones que no tendrían que estar ahi cuando lo que está haciendo se supone que es lo lógico y normal, lo que sirve para alcanzar lo que lleva buscando desde joven... Sin embargo, no puede evitar sentirse mal.

Precisamente por eso, por esa sensación, está en las puertas del apartamento, tocando al timbre. Y digamos que, con tal de no pensar, de no sentir esas cosas, lo mejor que puede hacer es evadirse, y no hay mejor compañía para ello que Ryu, como la llama él.

Sin más, botella de champagne en mano, toca a la puerta un par de veces, con una sonrisa encantadora. Hace tiempo que no la ve, pero se conocen desde jóvenes (al tener más o menos la misma edad y coincidir en el Infierno más de un par de ocasiones) y así de paso...

Queda bien, y si descubre algo, mejor.

**Ryûnne** Mar Ene 26, 2010 10:46 pm

Suspira, arrancando la daga que había clavado a la pared con un gesto rápido, y a la vez, aburrido. Lleva todo el día encerrada en casa, y se aburre mucho, muchísimo, pero tampoco tiene ganas de salir. Sacude la cabeza, haciendo que varios mechones pelirrojos caigan por su frente y tenga que apartárselos. Pasarse el día lanzando dagas a la pared tiene su parte de gracia, ayuda a mejorar su técnica y puntería, pero por otra es demasiado repetitivo. Preferiría hacerlo con un objetivo vivo, que se moviese, que gritase... Un ángel, eso sería ideal. Suelta una ligera carcajada mientras deja las dagas y se adentra en su cocina, abriendo la nevera. Justo en ese momento, alguien llama a la puerta, y da un respingo, cerrando el frigorífico de golpe. ¿Alguien llamando a su casa? ¿Desde cuando tenía ella visitas? Qué sospechoso. Mostrando su gran agilidad coge una de las dagas con las que había estado practicando y va hacia la puerta. Cuando la abre ejecuta un rápido movimiento para que, milésimas de segundo después, el visitante tenga el filo del arma en el cuello.
- ¿Azariel? -pregunta sorprendida, cuando reconoce al demonio. Aún así, no retira la daga. Pueden ser conocidos, incluso se podría decir que casi-amigos, pero Ryûnne no se fía ni de su própia sombra-. ¿Qué te trae por aquí? -inquiere, fijándose en la botella que lleva en la mano-. ¿Hay una fiesta y me invitas a última hora?
Clava su mirada en la de él, esperando respuestas, aunque dibujando una media sonrisa, divertida por la situación. No está acostumbrada a recibir visitas, poca gente del mundo sobrenatural sabe dónde vive, y los humanos se abstienen de acercarse sin ser invitados, por su própio bien.

**Azariel** Mar Ene 26, 2010 10:59 pm

Y, nada más abrirle la puerta, se encuentra con la daga en su cuello. Nos e inmuta lo más mínimo, de hecho sonríe, una sonrisa irónica y en cierto modo divertida:

-SÍ me recibes a mí así, no me quiero imaginar cómo recibes a los repartidores.. ¿Donde escondes los cadáveres? -Pregunta como si de verdad se cargase a todo el que pasa por su casa. Ante su primera pregunta alza la botella de champagne, y ante su segunda pregunta niega con la cabeza:

-Verás, es que... La fiesta es aquí. Vendrán en una hora, unos cincuenta, o cien, no me acuerdo ahora... ¿Y qué haces vestida así? -La mira de arriba a abajo, en una actitud descaradamente reprobatoria- Vestida de esa forma no vas a poder recibir a nuestros invitados.

¿Miente o dice la verdad respecto a la fiesta...? En su tono de voz no se deja ver ni mentira ni sinceridad, dejándolo todo en manos de la pelirroja.

**Ryûnne** Mar Ene 26, 2010 11:19 pm

Tendría que saber ya que Azariel no es del tipo de demonios que se dejan sorprender por una simple daga. Qué aburrido. Ojalá hubiera sido algún humano despistado, de seguro que no habría salido vivo de allí.
- Bajo la cama -responde, mientras retira el arma y se la cuelga del cinturón, apartándose un poco para dejar pasar a su auto-invitado. Está bromeando, aunque ni su voz ni su rostro lo demuestren. Se adentra en su apartamento, esperando que el demonio la siga y haga el favor de cerrar la puerta, puesto que no quiere que haya espectadores no deseados.
- Más te vale que sea una broma, o te mato. No me gusta la gente, y menos en tanta cantidad, a no ser que sean para matarlos -dice, sin un ápice de broma en sus ojos-. Es ése caso, te perdonaría la vida, al menos por ahora. Y por cierto, yo siempre voy preciosa, sea cuál sea mi vestimenta -replica, robándole la botella de champagne de entre las manos. No tolera que nadie se meta con ella, pero a él se lo perdona por ser un viejo conocido. Se dirige hacia la cocina, intentando recordad dónde guarda las copas. No las suele utilizar, y cómo apenas pasa por casa, ya no se acuerda.

FdR: Cena, ahora vuelvo

**Azariel** Mar Ene 26, 2010 11:28 pm

Espera con paciencia a que le aparte el arma del cuello, entrando tras ella y cerrando... Y lo primero que hace es ir hasta la cama y mirar debajo, frunciendo el ceño. Será excéntrico, pero forma parte de su encanto personal:

-Aquí no hay nada... ¿Me has engañado? -Pregunta, levantándose y siguiéndola hasta la cocina, meditando lo que le dice. Obviamente es mentira, pero esa no es la respuesta que le da- Podrías pintar esto de un color más bonito con tanta sangre, sin duda... ¿Y para qué quieres vasos? -Le parece estúpido, así que se coloca detrás de ella, arrebatándole la botella y descorchándola sin complicación alguna, decidiéndose finalmente por decirle la verdad, antes de que vuelva a sacar la daga y no para jugar:

-Tranquila, que no viene nadie... Y no lo pongo en duda, estaba exagerando, ya sabes. -Al fin y al cabo es una de las pocas que le conoce mínimamente... Pero no del todo, y es que sus métodos y formas de pensar son bastante distintas.

Le da un trago a la botella y se la cede, para después encaminarse hacia el sofá, donde se quita los zapatos que hacen juego con el traje negro que lleva ahora, y se tira encima del mismo, como si estuviese en su casa:

-Vengo de visita... No nos veíamos desde... Aquella noche -Aún le resultaba curioso que con sólo 1,70 el demonio tuviese tantas... Facultades físicas, sí

**Ryûnne** Miér Ene 27, 2010 12:06 am

Se fija en que el demonio corre hacia su cama, para mirar debajo de ella. ¿Es que no sabe reconocer una broma? Sacude la cabeza, recordando lo rarito que era Azariel. En fin, al menos ahora ya no se aburrirá tanto, supone, a no ser que se haya vuelto un soso desde la última vez que se vieron.
- No, no te he engañado. ¿Te crees que los guardaría bajo mi cama? Es más divertido pasarle el muerto a otro, literalmente -responde, con una sonrisa maliciosa. Al escuchar su opinión pone los ojos en blanco-. Me gusta el color que tiene mi apartamento, me recuerda el asco que me dan los ángeles. Además, después de tanto tiempo en la oscuridad del infierno, siempre viene bien cambiar de aires. Y los quiero para no parecer una mujer vulgar que bebe a morro, pero ya veo que lo tuyo no es la delicadeza -termina, dejando de rebuscar entre los armarios, aún sin haber encontrado las copas. Se deja arrebatar la botella, aunque eso de que se ponga a su espalda no le hace gracia, pero decide relajarse un poco. Si hubiera querido matarla, ya lo hubiera intentado.
- Una lástima que no me hayas traído juguetes -dice simulando un mohín de pena, cogiendo la botella y dando un trago rápido. Alza una ceja al ver la naturalidad con la que se mueve por su casa, aunque termina siguiéndole hasta el sofá al lado del de Azariel y se sienta, tendiéndole la botella.
- Si te soy sincera, ahora mismo no me acuerdo de la última vez que nos vimos. Demasiado tiempo, demasiadas cosas que recordar... Ya sabes, lo que tiene vivir tantos años -contesta, encogiéndose de hombros. Realmente sí se acuerda, pero tiene ganas de ver cómo reacciona.

**Azariel** Miér Ene 27, 2010 1:33 am

No puede hacer más que soltar una carcajada ante el primer comentario de ella. A veces se olvida de lo... Mala que es Ryu cuando quiere, pero la faceta que le hace gracia de ella es la caprichosa más que la rabiosa... Quizá por eso no la teme tanto como otros, y se soportan bastante bien:

-Te parecerá bonito encima... Aunque mientras no me lo pases a mí, pues hacer lo que quieras, Y visto así sí, el color está bien... Pero, ¿sabes una cosa?-Deja de estar acostado para sentarse de nuevo, con las piernas ligeramente abiertas, una postura que le queda extrañamente elegante- Que las paredes no son los ángeles -Hace una alusión a los diversos agujeritos que ve en las mismas, sonriendo después...

Lo de los juguetes le pilla desprevenido. Falta de práctica, demasiado tiempo sin conocer las costumbres de ella, o lentitud por el caos que se arremolina en algunas ocasiones en su interior. Sea lo que sea, tampoco se corta en preguntar:

-¿De los que sangran o de los que se usan con fines productivos? -Y productivo en su idioma=lujurioso. Aunque el mohín que él realiza no se queda nada corto en comparación con el de ella, cuando termina de escucharla, arrebatándole la botella después:

-¿No te acuerdas...?¡Vamos, mujer, si creo que se escucharon tus chillidos desde el Cielo, y no precisamente de dolor! -Ciertamente lo pasaron bien aquella noche, y de forma indirecta le ha dicho que no la cree.- Pero si dices que no te acuerdas, pues nada... Peor para ti. En fin, ¿qué es de tu vida, Ryu?

**Ryûnne** Miér Ene 27, 2010 1:56 am

- No tengo intención de hacer nada contra los que, en teoría, son mis aliados. Y no tengo nada contra ti, así que tranquilo, no encontrarás cadáveres de repartidores de pizza bajo tu cama para hacerte compañía -dice haciéndose la generosa, cómo si ella realmente fuera una buena persona. Escucha atenta a Azariel, antes de soltar una carcajada sarcástica, observando sus movimientos.
- Ojalá lo fueran, ojalá... Pero mientras no lo sean, tendré que utilizar mi imaginación y atravesar paredes. ¿Divertido, eh? -el tono irónico de su voz deja claro lo poco que le gusta su “hobbie” contra las paredes.
- Una mezcla de ambos sería... genial -responde a su pregunta, sin ningún tipo de vergüenza. Sabe de la más bien poca sutileza del demonio, y de su gran afición hacia el pecado de la lujuria. Ella era más asidua a cometer los de la avaricia y la ira, dado su carácter. Pero nunca decía que no si podía disfrutar de una noche de diversión, si eso comportaba un beneficio o una muerte.
- Te tienes en muy alta estima, ¿no? Hasta el Cielo, dice... No creo que fuera para tanto -pone los ojos en blanco, con una mueca burlona en el rostro, dejando así claro que antes ha mentido, y que sí se acuerda de una forma más directa que la de él.
- ¿Mi vida? Aburrida. No abundan los ángeles, y las aberraciones de los ángeles y los repudiados se suelen esconder bien, aunque más de una vez he pillado a alguno solo. Pero se está haciendo monótono, me gustaría un reto, algo grande... Pero en fin, por ahora, tengo que aguantarme -suspira teatralmente, inclinándose para coger la botella de champagne y darle buena cuenta-. ¿Y tú? ¿Qué tal tu vida aquí, en el mundo de arriba?

**Azariel** Miér Ene 27, 2010 2:47 am

Todas las respuestas que le da son las esperadas... Y, en cierto modo, le resultan divertidas. Eran distintos, pero no hasta el punto de que él pudiese desencajar o sentirse fuera de lugar, más bien... Contrastaban información, sí, eso era. Le vuelve a arrebatar la botella, dándole otro trago y después agitándola, comprobando como, en efecto, empieza a vaciarse.

Ladea el rostro hacia ella, con unos ojos brillantes y sensuales, dispuestos, nacidos y preparados para engatusar al más incauto... Aunque con ella ni siquiera funcione:

-¿Tienes algo en la despensa? Esto se acaba, y la noche es larga... Hay mezclas, Ryu... Siempre se puede jugar y arañar a la vez, de hecho pensaba que no se te daba mal. -Murmura con fingido tono pensativo, mesándose la perilla perfectamente cuidada, rodando los ojos después, ya que se ha delatado a sí misma- Con que no te acordabas.... Bueno, hasta el Cielo no, hasta las puertas... ¿Mejor así?

Escucha lo que tiene que contarle e interiormente se lleva una pequeña decepción, ya que no va a obtener información útil... Pero bueno, tampoco ha venido principalmente para eso, si no para evadirse y pasar un buen rato:

-La verdad es que no abundan, no... Siempre he pensado que deberías replantearte algunos de tus métodos, Ryu, resulta más fructífero hacerlos hablar antes de matarlos... ¿No ves que escasean? -Casi parece que le esté echando una regañina, pero así mejor para él, Ryu podría ser un obstáculo bastante grande si aprovechase sus facultades de forma más... Eficiente. A su pregunta se encoge de hombros, dispuesto a no dar demasiada información:

-Tiento a éste, ahora tiento a aquel... Lo de siempre, supongo... Aunque quizá algo más entretenido que tú. He encontrado una presa interesante y tengo a una especie de... Subordinado a mi cargo.

**Ryûnne** Miér Ene 27, 2010 3:21 pm

Deja que Azariel vuelva a arrebatarle la botella, que si sigue así quedará vacía en pocos minutos. Se estira cuál felino antes de apoyar la espalda contra el respaldo del sofá, echando la cabeza hacia atrás y cerrando los ojos momentáneamente. Ni tan siquiera se percata de los 'ojitos tiernos' que el demonio le dedica, está demasiado acostumbrada y se podría decir que es casi inmune a eso. Vuelve a abrir los ojos y su mirada se dirige hacia su acompañante, sin variar la postura.
- Creo que en mi casa hay más bebidas que comida... Es de lo poco bueno que han inventado los humanos. Eso, y las armas. Así que no te preocupes, no nos quedaremos sin provisiones por el momento.
Sacude la cabeza al escucharle, haciéndole entender que está equivocado, al menos en su opinión.
- No me tomes por ingenua, sé perfectamente que se pueden hacer las dos cosas a la vez... Pero no hay comparación entre arañar y cortar una cabeza, ¿me entiendes, no? -contesta, dando a entender que para ella no hay otra cosa en el mundo que la sangre y el dolor. De pequeña le enseñaron que eso es lo único importante, hacer sufrir y el poder. Oh, cómo anhela poder llegar a ser alguien poderoso en el mundo infernal, ser incluso superior a los Siete Satanes, por más que sea una meta imposible a corto plazo. Pero lo conseguirá, porque es lo que ella quiere, y si lo quiere, lo tendrá.
Se da cuenta de que se ha distraído un momento entre sus pensamientos de grandeza, y que mientras tanto Azariel ha seguido hablando. Capta el hilo de conversación al instante, por lo que apenas uno se puede dar cuenta de que no estaba atenta.
- Sí, mejor así, se te tienen que bajar un poco los humos o acabarás hinchándote cómo un... un bicho de esos que se comen por navidad, ya sabes -hace un gesto despreciativo con la mano, no le interesa saberse el nombre de todos los bichos que corrían por el mundo humano.
- ¿Replantearme mis métodos? -frunce el ceño, en un gesto que indica peligro. Si a eso le suma que parece que la esté regañando cómo a una niña pequeña, hace que tenga que respirar hondo para no estallar. Temperamental, demasiado explosiva. No puede tolerar que opinen sobre cómo hace su 'trabajo', pero por cuestiones de 'amistad', no quiere enzarzarse en una pelea con Azariel, porque además podría perder. El demonio es poderoso a su manera, por lo que no le conviene. Sólo por eso, recupera la calma y tranquilidad que siempre suele mostrar.
- Pero si ya hablan... Tendrías que oírlos pedir que les mate, es tan divertido -contesta, con un tono de voz algo más frío que antes. Además, el problema es que se entusiasma demasiado cuanto encuentra a una víctima que no puede esperar a que hable, el esfuerzo sería realmente grande.
- El día tentando, huh... Qué podríamos esperar de tí, el Rey de las Tentaciones -pero al escuchar lo segundo que dice sus ojos azules brillan con una chispa de interés. Sabe que lo más probable es que Azariel no suelte mucha más información, pero todo es cuestión de intentarlo.
- Una presa interesante y, además, un subordinado. Tú si que estás de suerte. ¿De quién se trata? -inquiere, refiriéndose a la presa. El subordinado le es bastante indiferente, pero si tiene oportunidad de saber quién es, no la dejará escapar.

**Azariel** Miér Ene 27, 2010 4:14 pm

Una vez sabe que tiene bebida en la despensa se relaja sobremanera, y es que necesita cogerse una buena borrachera para quitarse de encima todas esas cosas extrañas a su personalidad o a su forma de ser, y ver si con algo de suerte no vuelven.

La escueta explicación de la forma de pensar de Ryu, en su parecer, le sobra, la conoce más que suficiente y sabe lo que disfruta torturando y mutilando... Al menos no es de las cabezonas y reconoce que le pierde la impulsividad, una de esas cosas que en ciertas ocasiones sobran y que te impiden conseguir algo de mayor valor...

Aunque no puede evitar soltar una carcajada al no saber el nombre del animal:

-Pavo, Ryu, se dice pavo... Y están bastante buenos, deberías darle una oportunidad... Al fin y al cabo tenemos que comer y beber como los demàs, más aún si queremos mantener estas figuras... Aunque tú sigues igual de... Imponente -Para qué va a engañarla, su físico es imponente. No está demasiado estilizada o es demasiado alta, pero lo tiene todo bien puesto y eso es un punto a su favor. Observa el gesto de ella y sabe que ha dado en un punto débil prácticamente sin querer, por lo que, botella en mano de nuevo, agita la misma, en señal de disculpa:

-Bueeeno bueeno, relájate, ¿eh? Que no lo he dicho a malas y tienes un apartamento demasiado bonito como para destrozarlo... Tú lo matas, yo los tiento... Podríamos formar un buen equipo, y llamarnos RyuRiel... Me gusta como suena, sí... -Ambos saben que eso no es posible y que por lo tanto bromea. Dos personas tan dispares en ese aspecto no podrían trabajar juntas ni aunque les fuese la vida en ello.

Se percata del brillo de interés del demonio, devolviéndole la mirada sin dificultad alguna... Y soltando una risilla entre dientes, antes de darle un último trago a la botella y terminar de vaciarla:

-Había que intentarlo... ¿eh? Soy tu amigo, pero no gilipollas... Aunque bueno, voy a satisfacer mínimamente tu curiosidad a cambio de tu hospitalidad.... Digamos que... Es una de esas que tú tanto odias. -¿Ángel, repudiado, o ángel oscuro...? Eso sí que no lo dice, jugando con una clara ventaja.

**Ryûnne** Miér Ene 27, 2010 6:24 pm

- Tampoco importa el nombre. Y comer, como, pero no me importa el qué mientras me mantenga con energías. Además, no suelo hacerlo muy a menudo, me gusta más beber -dice, un poco picada al ver que se ríe de ella por no saber algo tan insignificante, sin llegar a perder el control. Puede ser impulsiva, pero no es tan estúpida como para volver a mostrar su carácter violento delante de él-. Lo sé -responde ante el piropo. No es el tipo de persona que da las gracias o se ve en el compromiso de responder con otro, si los demás quieren decirle esas cosas es su elección. Ella sólo lo dirá cuando sea justo y necesario. Aunque quizá por la vieja amistad que los une desde hace tantos siglos, que ve de buena educación corresponderlo-. Tú también te has mantenido muy bien -comenta, repasandole con la mirada sin ningún reparo.

- Y estoy relajada, es sólo que no me gusta que me cuestionen. No pienso pelearme contigo si no es necesario, o me provocas. En cualquier caso, por ahora no lo haré de voluntad propia -y justo en ése momento, suelta una carcajada divertida al escuchar la locura que Azariel acaba de soltar. ¿RyuRiel? ¿Trabajar juntos? Retira varios mechones de pelo tras la oreja, aún riéndose, con más suavidad. Hacía tiempo que no lo hacía, no tenía por costumbre mostrarse tan cercana. Era relajante el no haber de estar atenta a que te ataquen por la espalda a cada segundo. Aún así es peligroso, no debe acostumbrarse, porque para lo que hace, estar alerta es uno de los factores más importantes.

- No recordaba que fueses tan dado a bromear -porque eso era, clara y absolutamente, una broma. Ryûnne no es capaz de trabajar con nadie más, adora el trabajar/matar sola.
Pone los ojos en blanco al escuchar que no tendrá la suerte de saber quién es la presa de Azariel, pero ya se lo esperaba. Es cómo dice él, serán amigos, pero no es estúpido, ni ella tampoco.

- Siempre hay posibilidades de pillarte desprevenido, ahora no he tenido esa suerte. Y yo odio a todas las razas exceptuando la demoníaca, no me sirve de nada eso. Bueno, al menos sé que no soy yo, ni ninguno de nuestros aliados -suspira, realmente le gustaría saber quién o qué es, pero no insistirá. Se levanta con rapidez, robándole la botella vacía de entre las manos. De un salto va al piso de abajo, dejando los restos de champagne en la encimera mientras abre el armario de las bebidas. Ese sí lo tiene controlado, y bien abastecido.
- ¿Qué te apetece ahora? Tengo todo lo que te puedas imaginar -pregunta desde la cocina, sin saber qué escoger. A ella le gustan todas.

**Azariel** Miér Ene 27, 2010 6:47 pm

Escucha sus palabras, pero más que eso es el tono de ella el que le hace ver que no le ha sentado bien la carcajada... Sólo bromeaba, pero al parecer no se lo ha tomado tan mal como le parecía en un inicio y sigue charlando. Escucha su comentario sobre él y se echa el pelo hacia atrás, ya que le tapaba los ojos y le resulta molesto:

- También lo sé -Para qué va a mentir o a decir que no, cuando realmente es así. Él tampoco tiene intenciones de pelearse con ella, al menos no de esa forma tan... Arriesgada. De otras formas ya veremos, la noche es larga y él no es de dormir mucho... Pero se ve obligado a mirarla con fingida sorpresa cuando comenta que no le recuerda tan bromista:

-¿Cómo que no? Si yo hacía muchas... Lo que pasa es que poca gente ahi abajo las pillaba. Aquí arriba me siento más liberado en ese aspecto... Quizá sea por eso y tengas razón... Pero el nombre, si no fuésemos tan distintos, sería original, eso no me lo puedes negar.- No comenta nada más respecto a sus quehaceres, si quiere pensar que puede pillarle desprevenido es libre...

Pero duda mucho que suceda, tanto como pillarla a ella desprevenida. No puede evitar sonreír cuando termina de escucharla, exclamando en voz alta la respuesta para que lo oiga desde dónde está hasta la cocina:

-Pensaba que te gustaban las cosas difíciles, ¿no? Pues ahi tienes una... Y respecto a la bebida, sorpréndeme... Pero trae un par de copas, a no ser que quieras que beba en tu piel... -Pasan un par de segundos, para después asomar la cabeza por el respaldo del sofá- Eh, espera... ¿Puedo?

¿Lo dice en broma, o lo dice en serio...? Ni él mismo lo sabe, simplemente actúa de forma inconsciente, dejándose llevar.

**Ryûnne** Miér Ene 27, 2010 7:22 pm

- O quizás es que la mayoría de las veces no tengas gracia -contesta, mordaz. Es la réplica ante su ignorancia frente el nombre del 'pavo', siendo lo más probable que a él no le afecte en absoluto su comentario. La diferencia más grande entre los dos es que ella se enfada por todo, por más que intenta parecer fría y calmada, mientras que el demonio no se pica por cosas tan insignificantes cómo esas.

- Lo reconozco, original, es. Y más si mi nombre es el del principio -dice, modulando su voz de forma que no sepa si bromea o no.
En su mente empieza a maquinar la manera de descubrir quién es su presa, y de paso, su subordinado. Seguramente la manera más fácil es encontrando al subordinado y obligarle a hablar. La cosa será encontrarle, pero tiene contactos y maneras de seguirle la pista a Azariel para saberlo. Todo se verá, por ahora dejará que las cosas sigan su rumbo, actuará cuando sea preciso.

Sacude la cabeza imperceptiblemente, luego seguirá los hilos de su pensamiento para ir trazando un plan efectivo, ahora no es momento. Por eso no sigue hablando sobre eso y coge dos botellas, una de vodka y otra de gin. Piensa un momento si lo mejor será mezclarlo con algo, pero subirá más si es a palo seco. Además, el gusto que tiene a ella le encanta. Desde arriba escucha su propuesta, y no responde en voz alta, tan sólo esboza una sonrisa pícara. Sigue rebuscando y, al fin, da con las copas que tenía guardadas, y sube con todo eso al segundo piso. Lo deja en la mesita y abre el vodka, llenando ambos vasos hasta la mitad.
- Por el... 'feliz' reencuentro -dice, alzando la copa, sentándose al lado de su invitado.

**Azariel** Miér Ene 27, 2010 7:31 pm

Y, como ella intuye, la única respuesta a ese mordaz comentario es un encogimiento de hombros. Total, no hace las bromas para que los demás se rían, sino porque a él le apetecen, así que el escaso sentido del humor de los demás no es un asunto vital. La observa llegar con las dos copas y pone un mohín, a lo "no he tenido suerte", pero rápidamente muta la expresión a una sonrisa cuando entrechoca ambas copas, antes de darle un buen trago al vodka.

Le abrasa la garganta, pero es una sensación reconfortante contando de donde vienen ambos:

-Que conste que si tu nombre va al principio es porque empieza en consonante... Sabes que estamos igualados en ese aspecto, Ryu. -Y es que, pese a que nunca han peleado totalmente en serio, son de edades parecidas y, por tanto, habilidades parecidas... Aunque tal vez él cuenta con una ventaja, y es la de no perder los nervios en el combate y calcularlo todo, algo que contra un impulsivo como el que tenía delante, podría ser beneficioso...

Sin embargo, rápidamente se corrige, antes de que se lo tome como una invitación:

- Hay algo que me extraña... No eres de pasarte las noches en casa, de hecho esperaba no encontrarte y asaltar el apartamento, dejarlo hecho una mierda e irme... ¿Estás enferma, o algo? -Pregunta, haciendo el amago de tomarle la temperatura en la frente, mientras que con la otra mano le da otro trago a su copa.

**Ryûnne** Miér Ene 27, 2010 8:00 pm

Se ríe entre dientes al fijarse en su mohín, dando un par de tragos a la bebida, disfrutando del gusto abrasador de ésta cuando pasa por su cuello. Desde siempre le ha encantado el alcohol en todas sus variantes, la hace sentir más viva por dentro, por mucho que después termine haciendo el efecto contrario y se quede un poco atontada, sólo si abusa demasiado. Se sirve un poco más de vodka, pero ésta vez la deja reposar un rato en la copa, lamiéndose el labio inferior para acabar con los restos de bebida en un gesto insinuante.

- Vale, vale... Lo sé -concede, a sabiendas de que es verdad, aunque un poco a despecho. Si se pelearan, no está segura de que pudiera ganar, pero tendría muchas posibilidades, al igual que él. Puede ser impulsiva, pero es muy buena con la lucha cuerpo a cuerpo, y sus ansias de sangre activan sus instintos, haciendo que sea difícil de alcanzar. Algún día tiene ganas de comprobar realmente quién es el más fuerte, pero hoy no parece el día, ya que enseguida cambia de tema.

- Pues suerte que me has encontrado, porque éste piso es mío y no me gustaría que me lo destrozasen sin una buena razón. Le tengo más aprecio que a la mayoría de seres vivos, o no vivos -en su tono de voz hay una amenaza implícita, aún sabiendo que es broma. O eso espera. Se encaprichó del apartamento desde el momento que lo vio, e hizo lo posible para conseguirlo hasta que lo consiguió, y ahora lo trata con bastante cuidado, dentro de lo que cabe. Porque a parte de caprichosa, es muy posesiva.

- Pero bueno, la cosa es que hoy no he salido porque no me apetecía. Después de tantos años, se me está volviendo todo muy rutinario, sin retos ni peleas interesantes. Digamos que hoy me he tomado un descanso, y mira qué suerte la mía, que has aparecido tú -cuenta, para luego dar un largo trago al vodka. La última frase no la ha dicho con sarcasmo ni nada parecido, realmente en el fondo se alegra de ver a un antiguo compañero.

**Azariel** Miér Ene 27, 2010 9:14 pm

Él ya está en su propio dilema moral mientras bebe... ¿Ha hecho ese gesto con la lengua para insinuarse, sin querer, adrede...? Las posibilidades son varias que no sabe por cual decantarse, y hacerlo por alguna arriesgada puede implicarle quedarse sin genitales, aunque ya hayan tenido sus más y sus menos...

Así que le da otro trago a la copa, durmiendo neuronas con el alcohol, que eso no le resulta demasiado difícil, y de paso no piensa. Sabe que ella no está del todo de acuerdo en reconocer que a nivel de habilidad están bastante parejos... E incluso a él también le pica la curiosidad de saber hasta donde podrían llegar en un combate, siempre que no fuese a muerte.

Tampoco se le pasa por alto la sutil amenaza implícita en sus palabras. Cree captar que le costó conseguir el piso, y quizá por eso es por lo que le tiene tanto cariño.. Aunque claro, él no es caprichoso y tampoco le haría gracia encontrarse su apartamento destrozado, con el piano tan bonito que tiene:

-Siempre aparezco en los momentos más oportunos, lo sé... Y tranquila, me gusta tu piso, así que lo dejaré estar... Tampoco quiero buscarme más enemigos de los que pueda ya tener -Le da otro trago a su copa, vaciándola y sirivéndose otra en movimientos rápidos y elegantes...

Poco tarda en necesitar algo más que alcohol y un sofá para entretenerse:

-Y bueno, Ryu, aparte de tirar dagas para practicar la puntería, ¿se puede hacer algo más... Interesante en este sitio? -Pregunta, levantándose del sofá y comenzando a buscar algo que hacer que le resulte gratificante.

**Ryûnne** Miér Ene 27, 2010 9:42 pm

Se acomoda mejor en el sofá, con la copa entre los dedos, bebiendo pequeños sorbos hasta terminársela. Duda entre servirse más vodka o abrir el gin, que es un poco más fuerte. Se echa el pelo hacia atrás, destacando vivamente el color fuego ante su tez pálida. Se decide por el gin y lo abre con un simple gesto de muñeca, para luego servirse sólo un poco y bebérselo de golpe. Empieza a acariciar el borde de la copa con la punta del dedo, para fijar su mirada en el demonio.

- Te lo agradecería, porque tienes razón, ambos debemos tener suficientes enemigos como para buscarnos más entre los nuestros -responde, viendo que Azariel bebe bastante, incluso más que ella. Cómo siga así quedará K.O. antes de poder divertirse un poco con él, o quizá cuando esté suficientemente borracho se le suelte más la lengua. Prefiere la segunda opción antes que la primera, por eso de conseguir nuevos retos, pero el demonio no es estúpido, como ya a remarcado antes, como para dejar que ella pueda sonsacarle cualquier tipo de información.

- Deberías probar el Gin, está muy bueno, es de los más fuertes que hay -comenta, viendo que se levanta y escuchando su pregunta. Vaya, Azariel parece haberse aburrido ya de la amena conversación que estaban manteniendo.

- Mucho me temo que no tengo juegos de mesa y esas cosas, no soy muy dada a eso. Y teniendo en cuenta el poco tiempo que paso aquí... Yo soy lo más interesante que hay en éste sitio -concluye, esbozando una sonrisa, mitad burlona mitad pícara.

**Azariel** Miér Ene 27, 2010 9:59 pm

Y, pese a que en un inicio no se cree las palabras de Ryu, conforme va paseando por el salón y va bebiendo se da cuenta de que no miente. No ve nada más interesante aparte de ella, que no es poco... Así que se gira hacia ella, a tiempo de observar una sonrisa que no le deja las cosas demasiado claras respecto a lo que se refiere.

Vuelve a avanzar hacia el sofá, siempre con esos pasos desmesudaramente largos y casi teatrales, hasta dejarse caer a su lado de nuevo, pasando su brazo libre por el respaldo del sofá, haciendo un amago de envolverla pero quedándose en eso, amago, siempre le ha gustado jugar a las indirectas y a andarse por las ramas.

Otro trago más a su copa y se la termina, porque puede parecer que beba rápido, pero las dos veces que se ha llenado la copa no se ha llenado ni la mitad... No es tan idiota, y tampoco rechaza el gesto de Ryu, sirviéndose un poco de gin, la cantidad aproximada de un chupito...

Pero no se lo bebe, aguarda tranquilo, dejando que su organismo depure el alcohol, mezclar de golpe es peligroso... Y él borracho se pone un tanto juguetón, quizá demasiado... Si tiene que suceder algo sucederá estando sobrio... El estado de ella es menos importante, ya que al fin y al cabo no tiene nada que sacarle:

-Y dime.. ¿Sigues con ese objetivo tan... Ambicioso? -Porque querer ser más poderoso que los siete, aparte de una locura, era ser muy, pero que muy ambicioso.

**Ryûnne** Miér Ene 27, 2010 10:42 pm

Azariel no parece estar contento con su respuesta, puesto que sigue buscando cualquier tipo de diversión en su salón. ¿Para qué iba a querer ella alguno de esos estúpidos juegos? Espera con paciencia a que se aburra de dar vueltas, mientras sigue acariciando su copa con el dedo, cruzando las piernas. Se plantea de servirse otra copa más de gin, pero sabe que si sigue así se le subirá demasiado rápido a la cabeza, y los resultados pueden no ser agradables antes de que el atontamiento haga que se duerma. Sólo se emborracha de verdad cuando está sola, o tiene un invitado poco deseado.

Finalmente el demonio parece que se convence de que allí no hay absolutamente nada para entretenerse, volviendo al sofá. Se da cuenta de que camina de un modo algo extraño, aunque no comenta nada al respecto. Y ni siquiera se inmuta ante el amago de él, sólo desvía la mirada de la copa al rostro de su compañero.

- ¿Ya estás convencido de que no te mentía? Puedo ser un demonio, pero dentro de lo que cabe, suelo decir bastante la verdad. Ya sabes, por eso de que si dices la verdad alguna vez, siempre creerán tus mentiras -comenta.

Espera a ver si se toma la bebida, pero parece que no tiene intención de beber más de la cuenta. Lo que se esperaba, son trucos demasiado directos y poco disimulados cómo para que él caiga y diga lo que ella quiere saber. Siempre ha confiado demasiado en sus poderes para poder hacer a los demás caer en sus pequeñas trampas, pero era obvio que con los demonios no funcionaba, y eso era un problema que antaño no había tenido en consideración. Craso error.

- Sí -dice con seguridad. Sí, puede ser demasiado ambicioso, pero no es de las que se rinden fácilmente, ni mucho menos-. No es algo que vaya a intentar cumplir a corto plazo, por ahora me es imposible siquiera imaginarlo. Pero es cosa de tiempo -responde simplemente. En su mente lo tiene todo bastante más bien planeado de lo que nadie se pudiera imaginar, pero no será tan estúpida cómo para ir aireándolo.

**Azariel** Miér Ene 27, 2010 11:34 pm

Presta atención a lo que le dice, asintiendo pero sin pedir disculpas de ningún tipo, no perdía nada por ver si encontraba algo... Aunque ella tampoco estaba mal como entretenimiento, siendo consciente de que ha picado su curiosidad y que desea saber más de sus objetivos...

Era divertido ver como lo intentaba en lo que establecían una especie de duelo por ver quién acababa antes sucumbiendo a los efectos del alcohol. Por tamaño corporal tendría que caer ella primero, pero claro, tendría que beber... Y sabe como hacerlo. De nuevo estira el brazo y la invita a brindar con el chupito de gin:

-Para que no me mientas nunca -Brinda con tono solemne, entrechocando las copas y bebiéndose el contenido de un trago. Fuerte, pero poca cantidad, y ahi residía la clave del juego. No debería meterse en las cosas de los demás, bastante tiene con las suyas, pero no es mala idea, tras haber conocido a uno, advertirla:

-Ándate con ojo... Son más astutos y poderosos de lo que te crees, y no me gustaría verte espachurrada contra cualquier acera, Ryu. -Y eso sí que lo dice de verdad, antes de servirle otra copa a ella y una a sí mismo..

La conversación le distrae, una de las cosas por las que había venido, pero se ve en una encrucijada, si se pasa bebiendo y se evade aún más, Ryu aprovechará y atacará... Y si no bebe seguirá dándole demasiadas vueltas a las cosas. SU única baza, emborracharla antes que él.

**Ryûnne** Jue Ene 28, 2010 12:37 am

No tiene intención de seguir bebiendo, pero parece que están empezando a jugar a un juego, que puede resultar peligroso para ella, que por mucho que beba, es más pequeña en peso y estatura, y se le sube más rápido. Aún así se sigue mostrando tranquila y confiada, quizá esté en desventaja, pero no lo tiene todo perdido. Puede beber un poco más antes de sucumbir a los efectos del alcohol, así que acepta el chupito de gin y brinda con el demonio.

- Y para que tú tampoco me mientas a mí -pero en vez de bebérselo de golpe, le da un trago pequeño primero. Mientras escucha la advertencia del otro, se lo termina, pero bebiendo con calma. En parte le hace gracia ver que Azariel se preocupa, ni que sea mínimamente, por ella. No suele ocurrir muy a menudo.

- Lo sé, lo sé, no soy ciega, estoy atenta a todos los rumores sobre ellos y sé que son peligrosos. No tengo intención de morir espachurrada, hay demasiadas cosas que quiero hacer aún. Y una, es superarlos -termina, esbozando una media sonrisa confiada. Observa cómo su copa se vuelve a llenar de ese líquido transparente que tanto le gusta, pero es tentar demasiado a la suerte. No puede caer, quiere forzar al máximo el aguante de Azariel para conseguir información si es posible. Por ello, coloca la copa entre sus labios y hace cómo que bebe, pero mantiene el líquido en su boca, sin que se le note. Coloca una mano sobre su pecho, inclinándose hacia él, mirándole a los ojos, para terminar juntando sus labios. Le besa, y enseguida que ve la oportunidad, pasa el gin de su boca a la del demonio, para obligarle a beber. Es una técnica que no suele fallar.

**Azariel** Jue Ene 28, 2010 11:00 pm

Y que se lance encima en unas condiciones determinadas no le resultaría nada desagradable, de hecho, en un inicio no se da cuenta de lo que ha hecho con el contenido de su bebida...

Pero no tarda demasiado en hacerlo, cuando le besa y le pasa el alcohol. No puede devolvérselo, más aún cuando el que está semitumbado es él, por lo que a regañadientes se lo traga, cerrando los ojos un momento antes de separarla por los hombros. Toma aire, un par de copas más y sería forzar su límite...

Además, ya ha calado a Ryu, y no está dispuesto a satisfacer su curiosidad en mayor medida de lo posible, de ahi su sonrisa, casi sardónica:

-¿Tanto afán tienes por conocer los detalles... ? Con el alcohol no vas a conseguirlo, Ryu, no me tendrás por tan estúpido como para caer en la misma trampa dos veces... -Y no tarda demasiado en darse cuenta de una cosa, de un método que le puede granjear algo de diversión...

Tampoco se molesta en ocultárselo, mesándose la barbilla:

-¿Que tal si lo haces sin alcohol de por medio, y llegamos a un... Acuerdo?

**Ryûnne** Jue Ene 28, 2010 11:31 pm

- Claro que no te tengo por estúpido, al igual que espero que no me tengas por estúpida a mí. Sé que no puedo conseguir información tuya mediante el alcohol, pero tampoco quiero que me emborraches para que no lo siga intentando -replica cuando la aparta, sentándose otra vez en el sofá, dejando la copa al lado de las dos botellas. Se pasa una mano por el pelo, mientras elimina los restos de bebida de sus labios con la punta de la lengua.

Siente su orgullo algo herido por haber sido apartada de ese modo tan poco sutil, no es algo a lo que esté acostumbrada, y obviamente no dejará que se note por nada del mundo. Antes, muerta. Tampoco tenía otro remedio al besarle, no puede permitirse beber más, porque por el calor que nota en sus mejillas, ya se le ha subido suficiente a la cabeza y no quería hacerle el feo de no beber lo que le había servido.

Desvía la mirada hacia él otra vez al escucharle, mostrando un mínimo interés.
- ¿Qué tipo de acuerdo? Porque no estoy tan desesperada para saber lo que ocultas -responde, intentando imaginarse qué es lo que le va a pedir, por más que ya se pueda hacer una idea que cree bastante aproximada.

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